Al 100% por ciento de actas procesadas, el candidato Pedro Castillo (por Perú Libre), a la fecha, se ha impuesto frente a la candidata Keiko Fujimori (de Fuerza Popular) siendo por ello virtualmente el ganador de las elecciones presidenciales, y dando por oficializado, al menos de forma contingente (con el lapso del Ollantismo que también se plegó al status quo y a la corrupción de Odebrecht) al comienzo del final de los 30 años de gobiernos de derecha neoliberal en el Perú.
Si bien aún falta que el Jurado Nacional de Elecciones revise los pedidos de nulidad de 802 actas (que representan aproximadamente 200 mil votos) solicitados por Fuerza Popular, al momento se tiene que varios de estos pedidos están siendo declarados improcedentes (Expreso, 10.06.2021). Sin embargo, la batalla legal del fujimorismo está lejos de terminar y continuará en lo que va de la semana.
A todo esto, el futuro de Keiko Fujimori se nos presenta como incierto, ya que sigue en curso la investigación por financiamiento ilÃcito de su partido Fuerza Popular con dinero proveniente del lavado de activos, y el fiscal encargado del caso, ya ha pedido su prisión preventiva por aportes irregulares a sus campañas del 2011 y del 2016 (El Comercio, 10.06.2021).
Sin perjuicio de lo señalado, ello no nos imposibilita a realizar algunos comentarios rápidos a manera de fotografÃa del momento. Ahora comienza el verdadero trabajo por parte de Pedro Castillo, ya que no menos cierto es que la otra mitad del paÃs votó en su contra y a favor de Keiko Fujimori, ya sea por costumbre, por fatiguismo, por miedo a un cambio profundo sin garantÃas debido a los discursos ambiguos y a los planes con ideas radicales, etc., y hay que decirlo, también por un trabajo de propaganda mediática enorme orientado a deslegitimar la campaña de Castillo, también aprovechándose de los errores de este en materia de comunicación polÃtica, improvisación y falta de preparación, es decir, mucha de la actitud hostil de la prensa hacia Castillo se debió a las propias falencias del candidato, y que por ello nos hace pensar que este no tenÃa pensando llegar tan lejos.
Otro tema que ya se verá en el ejercicio del gobierno es lo relativo a las alianzas congresales, ya que del total de 130 congresistas elegidos para estos 5 años de gobierno que comienzan el 28 de julio de 2021, solo 37 pertenecen a Perú Libre y el resto a partidos de, izquierda liberal (Juntos por el Perú), centro-derecha (Acción Popular, Somos Perú y Podemos Perú), derecha liberal (Alianza para el Progreso, Partido Morado) y derecha liberal conservadora (Fuerza Popular, Renovación Popular y Avanza PaÃs). Sin la formación de alianzas será muy difÃcil que Perú Libre pueda sacar adelante proyectos legislativos, ya que para ello se necesita una mayorÃa.
Como se verá, esto también será importante en el sentido que, las reformas, cambios y medidas de gobierno que tuviera en mente Castillo como futuro Poder Ejecutivo, tendrán que pasar por el Congreso de la República para que el Ejecutivo pueda obtener las facultades de legislar, ya que el Presidente no tiene facultad legislativa salvo que el Congreso se la otorgue.
El Perú entero (divido en expectativas y temores), tiene sus ojos puestos en Pedro Castillo, ahora le tocará a él demostrar sus capacidades morales y de gestión (ante una lista de expresidentes peruanos involucrados en corrupción: Alberto Fujimori, Alejandro Toledo, Alan GarcÃa, Pedro Pablo Kuczynski, Ollanta Humala) y llamar a la Unidad Nacional. Solo el tiempo nos dirá si (1) se unirá a esa lista, o (2) si su gestión no cumplirá con las expectativas ciudadanas o, por el contrario, y siendo este el escenario más deseado por el pueblo: (3) terminar con el ciclo de corrupción polÃtica y sentar las bases de un desarrollo económico generalizado, con la consecuente renovación moral y patriótica de todo el Perú. Es nuestro sincero deseo, por el bien del Perú, que sea este último el escenario que se presente.
Fuente: LIRA, Israel. «Columna de Opinión No. 223 del 11.06.2021». Diario La Verdad. Lima, Perú.