Hace un par de días, un informe de Gestión (30.08.2020) comunicaba sobre una situación preocupante en torno al transporte público, en tanto que Martin Ojeda, representante de la Unión Gremial del Transporte Urbano, y vinculado a los efectos de la pandemia en la economía nacional, explicó que, en la actual situación, el pasaje en el transporte urbano en Lima y Callao debería bordear los S/. 6, precisando asimismo que actualmente solo se ha aumentado en 0.30 céntimos (actualmente la tarifa general se encuentra entre S/. 1.50 y S/. 1.70, para el Corredor Rojo y el Azul, respectivamente). Asimismo, anotó que pese a que se han reducido en 40% los ingresos y en 50% la flota, el subsidio estatal es solo por 30 días, a lo que agregó:
«El subsidio –cuando estábamos en la mesa de trabajo– se planteó que debía bajar de S/ 120 a S/ 130 millones por mes. Sin embargo, salió S/ 78 millones. Lo que pido es que haya igualdad en el trato a todos los empresarios. No hay salvataje para 16,000 unidades en cambio los corredores han recibido más de S/ 60 millones siendo solo el 6% del transporte. El transporte interprovincial tampoco ha recibido nada».
Es en estos casos donde se reafirma la real utilidad y alcances del principio de subsidiariedad del Estado, ante una situación excepcional ¿Se imaginan pagar S/. 6 soles por pasaje? Lo que corresponde es que el Estado aplicable un subsidio (con un real alcance de efectividad) por el tiempo que dure este contexto para evitar que la oferta de transporte caiga.
Las respuestas a estos planteamientos, de parte de un enfoque pragmático y otro liberal libertario no se hicieron esperar, argumentando el primero que ni siquiera en países considerados de izquierda se emiten subsidios para casos excepcionales; mientras que por el segundo la reacción fue aún más insolente: «Este Estado hace las restricciones para luego subsidiar, es Socialismo».
El lector inteligente e informado ya debe a estas alturas tener los debidos anticuerpos contra esta clase de respuestas desinformadas y sofistas, ya que la realidad concreta nos dice todo lo contrario.
Por citar ejemplos concretos, en China, país cuyo régimen político es de Izquierda, el Estado emitió subsidios por 937,5 millones de dólares para compensar el alza de precios en medio de COVID-19 (Xinhuanet, 11.04.2020) como se señala a continuación:
«China ha emitido subsidios mensuales temporales ligados a los precios desde el brote de COVID-19 por un valor mayor a 6.600 millones de yuanes (alrededor de 937,5 millones de dólares) para garantizar el bienestar de quienes viven en dificultades, señaló hoy viernes la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (CNDR).
Los subsidios mensuales temporales relacionados con el incremento de los precios han totalizado 16.500 millones de yuanes, indicó durante una conferencia de prensa Peng Shaozong de la CNDR.
Para mitigar los impactos provocados por la inflación sobre quienes viven con dificultades, la CNDR también decidió duplicar el subsidio mensual temporal de marzo a junio y ampliar su cobertura para beneficiar a ocho millones de personas adicionalmente.
El gobierno central anunció el 31 de marzo que el subsidio mensual temporal se duplicaría bajo un mecanismo de incremento de beneficios sociales a prorrateo con el incremento de precios, como parte de los esfuerzos para intensificar el apoyo para el sustento de los grupos de ingresos bajos en medio de la epidemia de COVID-19».
Asimismo, y en respuesta al enfoque liberal libertario que considera que todo lo que tiene que ver con restricciones y subsidios es cosa de regímenes socialistas, se tiene que, en Corea del Sur, país cuyo régimen político es de Derecha, se proporcionará subvenciones a todos los hogares durante el brote de COVID-19 (Xinhuanet, 24.04.2020), teniendo en cuenta que en este país también hubo cuarentena, pero focalizada (El Observador, 28.05.2020):
«Corea del Sur decidió proporcionar subsidios de alivio a todos los hogares con el fin de ayudar a impulsar el gasto de los consumidores, uno de los más afectados por el brote de COVID-19, informó el viernes el Ministerio de Economía y Finanzas.
El Gobierno presentó la semana pasada un proyecto de ley de presupuesto suplementario por valor de 7,6 billones de wones (6.100 millones de dólares) a la Asamblea Nacional, el cual busca ofrecer subvenciones del Gobierno de un millón de wones (810 dólares) al 70 por ciento de los hogares de cuatro personas» (Xinhuanet, 24.04.2020).
Por todo lo expuesto, queda claro que, el mecanismo de subsidios es trasversal a los regímenes políticos, ya que es una medida general de política económica de los Estados con base en el principio de subsidiariedad del Estado.
Finalmente, queda por ver: ¿Qué entendemos por principio de subsidiariedad del Estado? Al respecto, les dejamos con una cita aleccionadora:
«…lo que el Estado debe hacer no es suplantar ni absorber a los miembros de la sociedad en sus tareas personales, sino ayudarles a realizarlas, y ayudarles precisamente a todas, procurando de esta forma el bien común. Tal es el principio que suele designarse con el nombre de función subsidiaria del Estado. La palabra latina “subsidium” significa “ayuda”. El principio de la función subsidiaria del Estado consiste, nada más, y nada menos, que en ayudar a los miembros de la sociedad… El organismo estatal es, de este modo, un instrumento al servicio de la vida dinámica y activa de unos ciudadanos responsables que no lo esperan todo del Estado, pero que, por lo mismo, están en el derecho de que éste se encargue de mantener y procurar el bien común. …la función propiamente subsidiaria es esencial al Estado…es la que abarca las actividades que son de la exclusiva competencia del Estado…El estatismo y el antiestatismo son doctrinas igualmente deficientes y entre las cuales abre una brecha de salvación el principio de la función subsidiaria del Estado» (Míllan, 1962: 138-160).
Fuente: LIRA, Israel. «Columna de Opinión No. 183 del 04.09.2020». Diario La Verdad. Lima, Perú.
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