Sócrates podría considerarse como el padre fundador de la dialéctica como método filosófico, entendido este último como el análisis y resolución de las contradicciones, pero no directamente, ya que ello es al final atribuido a Platón, en tanto lo que conocemos del primero es a través de su discípulo. La dialéctica de Sócrates coincidía con el dialogar mismo de Sócrates, que constaba de dos momentos: la refutación y la mayéutica. Haciendo uso de dos estrategias, la del no-saber, y la de la ironía.
En la estrategia del no-saber, Sócrates parte del hecho de no saber nada, frente a unos sofistas que pretendían saberlo todo (sabihondez) y unos políticos griegos que eran renuentes a las críticas. El Sócrates platónico en la Apología nos reafirma que el hombre por sus mismas limitaciones tiene siempre una visión incompleta, lo cual en la época griega se grafica en la antítesis entre el saber divino y el saber humano:
«que sólo Dios es el verdadero sabio, y que esto ha querido decir por su oráculo, haciendo entender que toda la sabiduría humana no es gran cosa, o por mejor decir, que no es nada».
Por otro lado, la ironía socrática hace referencia a lo lúdico como herramienta accesoria de un objetivo que es dar cuentas de una verdad.
«Con la broma –ha escrito un documentado autor– Sócrates quita cierta máscara a las palabras o a los hechos, se muestra como entrañable amigo de su interlocutor, admira la capacidad y los méritos de este, le pide consejo o instrucción, y así sucesivamente. Al mismo tiempo, empero, y para quien observe el proceso con más profundidad, se cuida de que la ficción resulte transparente» (Reale, Antisieri, 1995:96).
Es decir, la verdad encubierta de un ropaje amigable, bajo un lenguaje universal, sencillo y fácil de entender. Esto aunado a la postura humilde del no-saber, son las bases de la dialéctica socrática que comienza con una refutación.
La refutación era el paso inicial del proceso dialéctico de Sócrates, ya que tenía como finalidad llevar al interlocutor a reconocer su propia ignorancia, a través de una serie de indagaciones y redefiniciones. Al respecto:
«la refutación (elenchos) constituía en cierto sentido la pars destruens del método… obligaba a definir el tema sobre el cual versaba la indagación; después profundizaba de distintas maneras en la definición ofrecida, explicitando y subrayando las carencias y las contradicciones que implicaba; exhortaba a intentar una nueva definición y mediante el mismo procedimiento la criticaba y la refutaba; continuaba actuando de este modo hasta llegar al momento en que el interlocutor se declaraba ignorante» (Reale, Antisieri, 1995:96).
Como se ve hasta aquí, el primer estadio de la dialéctica socrática está centrada en purificar al interlocutor de toda forma de soberbia que impide la asimilación de conocimiento. En ese sentido, Platón nos comenta que:
«Con relación a todas estas cosas…debemos afirmar que la refutación es la mayor, es la purificación fundamental, y quien no se haya beneficiado de ella, aunque se trate del Gran Rey, no puede ser considerado de otra forma que como impuro con las impurezas más graves, carente de educación y lleno de fealdad, precisamente en aquellas cosas en relación con las cuales convenía que estuviese purificado y que fuese hermoso en el máximo grado, alguien que hubiese querido de veras ser un hombre feliz».
Finalmente, el método dialéctico de Sócrates, culmina con la mayéutica, que era el procedimiento mediante el cual, a través del diálogo, se impartía conocimiento al interlocutor mediante un examen de los pensamientos e ideas del mismo, previo reconocimiento de la ignorancia, ya que solo la humildad puede dar parto al conocimiento, o lo que es lo mismo, «para Sócrates el alma sólo puede alcanzar la verdad si está preñada de ella» (Reale, Antisieri, 1995:97). No puede haber conocimiento certero en seres soberbios y faltos de humildad.
Referencias bibliográficas
PLATÓN. (1871).PLATÓN. (1871). «Apología de Sócrates» . En: Obras Completas, http://www.filosofia.org/cla/pla/azc01049.htm
REALE, Giovanni, ANTISIERI, Dario. (1995). «Historia del Pensamiento Filosófico y Científico» . Tomo I. Editorial Herder.
Fuente: LIRA, Israel. «Columna de Opinión No. 116 del 28.10.2019». Diario La Verdad. Lima, Perú.
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