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Madagascar: entre el continuismo unipolar y el soberanismo multipolar

  • Foto del escritor: Israel Lira
    Israel Lira
  • hace 33 minutos
  • 3 Min. de lectura
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Últimamente asistimos a cada vez mayores espasmos multipolares en el continente africano, como si de un león sacudiéndose en la sabana se tratase, cansado de décadas de mosqueo de los resquicios del colonialismo europeo, y es que el continente africano –tomando las palabras de un buen amigo pensador panafricanista Farafin Sâa François Sandouno– solo quiere que se le deje de tratar con mirada paternalista, como niños que, luego de dos siglos de influencia extranjera, no pudieran recuperar su visión particular del mundo.

 

Dentro de este marco, hemos visto el surgimiento de proyectos regionales africanos destinados al fortalecimiento de una visión soberanista y panafricanista, en clara alusión a la Confederación de Estados del Sahel, conformada por Malí, Níger y Burkina Faso en 2023. El punto en común de estas naciones en particular, sin perjuicio de otras afectadas por políticas coloniales, es que estuvieron bajo control colonial francés al igual que Madagascar.

 

Al día de hoy, Madagascar se encuentra en una encrucijada, entre el continuismo unipolar y el soberanismo multipolar, y es que a pesar que esta nación declaró su independencia en 1960, nunca pudo dejar de depender del todo de la nación francesa que, desde 1895 con la derrota de la última monarca legítima de la isla, la Reina Ranavalona III, consolidó sus intereses en esta nación del sureste africano.

 

La salida del régimen pro occidental de Andry Rajoelina, el cuál ya fue despojado de su ciudadanía malgache por el nuevo gobierno militar –presidido por Michael Randrianirina– al ocultar de forma dolosa su ciudadanía francesa, la cual habría adquirido en 2014, significa una oportunidad para los malgaches, pero esto dependerá que tan soberanista sea el actual pensar de los nuevos actores políticos.

 

¿Será Michael Randrianirina el Ibrahim Traoré de Madagascar? Esa es la gran pregunta. Al menos podemos comentar entretanto que, parece perfilarse una política populista en el nuevo régimen, una más cercana al pueblo, de ese mismo pueblo cuyo 75% vive bajo la línea de pobreza, lo que exige no solo medidas moralizadoras sino también de amplia gestión pública y de mejora estructural, de hacer que el crecimiento económico se transforme en desarrollo social efectivo de la población, porque es de conocimiento general que los remanentes del neocolonialismo son asiduos promotores de políticas neoliberales, lo que equivale a cero medidas de compensación social desde el Estado para el pueblo y sí amplios beneficios derivados de la desregulación para las inversiones extranjeras, política que, en Madagascar, ha sido de sello francés. Si el nuevo gobierno opta por terminar esa política neoliberal en pos de una política nacionalista en lo económico, esto significará el fin del neocolonialismo francés en Madagascar. Pero ello esta por verse.

 

Como ideas finales a la presente, surge el cuestionamiento del impacto de nuevos actores geoeconómicos, en clara referencia a la mayor cercanía de intereses chinos, indios y rusos en Madagascar. Aquí la respuesta es una apuesta y todo depende de la visión de Estado que tenga el nuevo gobierno, por que la multipolaridad no implica el reemplazo de un amo por otro, sino la libre cooperación entre Estados soberanos en un objetivo común de engrandecimiento civilizacional. Y ciertamente, las nuevas arquitecturas de la multipolaridad económica, presentes en el Foro Económico de San Petersburgo, la Organización de Cooperación de Shanghái, y los mismos BRICS, configuran una alternativa a la política y la economía occidental que dan lecciones de cómo es que tiene que ser realmente una inversión extranjera, no una imposición de beneficio unilateral sino una concertación en beneficio común. En ese sentido, los grandes proyectos de infraestructura con inversión china y en beneficio directo del desarrollo social africano son una prueba inequívoca de ello. El panafricanismo tiene en las naciones que promueven la multipolaridad, mejores aliados, y esta es una verdad de la cual depende el nuevo destino de Madagascar.



Vitam impedere vero

N.NC SC.O TEN.BR LUX

S.L.L

 
 
 

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