Santa Rosa de Loreto es patria peruana
- Israel Lira
- hace 2 días
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Para todos los actores internacionales es de pleno conocimiento de que las actuales fronteras de Colombia y Perú, fueron establecidas de forma definitiva mediante la firma del Tratado Salomón-Lozano de 1922, que fue ratificado a su vez por el Protocolo de Río de Janeiro de 1934. No esta en discusión que, tanto para colombianos como peruanos de ese tiempo [como para los de hoy, pero ya bajo una mirada retrospectiva, de lección histórica, no irredentista], las condiciones del tratado y del protocolo fueron establecidas contrariamente a la voluntad de los pueblos y a espaldas de los mismos, es de recordar, para el caso peruano, que este tratado fue firmado durante el infame oncenio de Leguía [1919-1930], el principal gobierno al que se le acusa de las mayores perdidas territoriales que tuvo el Perú ya avanzado el Siglo XX.
Entonces, sin perjuicio de estas cuestiones, lo cierto es, y algo que tanto la población peruana como colombiana comparte [al menos esto es certero para la población de Leticia y de Santa Rosa de Loreto], es que no existe a la fecha conflicto limítrofe alguno, y si hay algún impase o malentendido este reside únicamente en las claras fantasmagorías mentales del presidente Gustavo Petro [y de los que apoyan directa o indirectamente, abierta o subrepticiamente, su gestión o sus políticas], cuyos porcentajes de desaprobación a su gestión ya se encuentran en 58%, solo superado por el de nuestra propia presidenta Dina Boluarte que asciende a 97%.
Sin embargo, para mayor conocimiento público y fines pertinentes, es menester efectuar, y para que no haya lugar a dubitación alguna sobre este particular, una revisión rápida de los instrumentos diplomáticos vinculados y de consulta obligatoria, para que quede establecido que las elucubraciones del ejecutivo colombiano son un lastimero intento de adoptar una geopolítica de Estado que Colombia nunca ha tenido [al menos en lo que a este tema respecta] y que su adopción a ultima hora cae en la obviedad de lo risible como claro elemento distractor en un nacionalismo colombiano en retroceso desde que Colombia se convirtió en socio global de la OTAN en mayo de 2018 [sin perjuicio que Petro haya criticado dicho estatus en julio de este año en curso], pero al que ahora se recurre para mejorar la imagen de la gestión de Petro ante la creciente insatisfacción del pueblo respecto del gobierno. Por citar ejemplos concretos, ante la pregunta ¿Cree usted que las cosas en Colombia van por buen camino o mal camino? El 64,4% de colombianos responde que por mal camino [Encuesta Colombia opina, 06.08.2025]. A lo anterior se aúna la pregunta: ¿Cuál es el principal problema que tiene Colombia en este momento? Y la respuesta es clara y centrada en tres tópicos: Orden público [en el sentido de seguridad ciudadana, paz social y salubridad]–32,8%; Desempleo–18,0% y Corrupción–13.7%. Lo que refrenda que Petro obra en desconexión con la realidad social y económica de su país.
Volviendo al tema del que llamaremos falso conflicto limítrofe, conforme al sentido hasta ahora expuesto, el Protocolo de Rio de Janeiro de 1934 que se firmó luego del término de la guerra colombo-peruana [1932-1933] determinó las delimitaciones oficiales entre ambos países. Y luego en aplicación del tratado, una Comisión Mixta Demarcadora de Límites de 1929, asignó al Perú la Isla Chinería. Déjennos repetir esta última parte. Una comisión mixta, es decir, colombo-peruana, asigno al Perú la Isla Chinería. De esa misma Isla Chinería, que es peruana, que es parte del Perú, entre los años 50´s y 70´s, y producto de los cambios hidromorfológicos y la misma dinámica fluvial del río Amazonas, se inició un paulatino y lento proceso de escisión al sur de dicha isla, en lo que hoy se conoce como Isla de Santa Rosa de Loreto, lo que es más y precisamente por las mismas razones, esta “isla” volvería a unirse de nuevo a Chinería en la década pasada, y actualmente la separación ya no existe [por lo que, no habría en realidad una Isla Santa Rosa propiamente dicha sino un sector poblado de la Isla Chinería con el nombre de Santa Rosa, siendo esta la postura de la Cancillería peruana]. Y como bien ha reafirmado el excanciller de la República el diplomático Javier González-Olaechea Franco, nuestra soberanía tanto por lo legal como por lo simbólico esta plenamente demostrada.
Conforme a lo anterior: ¿Qué hay detrás de este repentino interés del gobierno colombiano en una pretensión que no tiene razón jurídica? Cómo comentábamos al inicio, aquí entra el elemento de la razón geopolítica que Petro intenta contrabandear a través de una nueva razón jurídica acorde con la pretensión geopolítica emergente. Y esa razón geopolítica esta en el hecho que a Colombia le conviene geopolíticamente que Santa Rosa de Loreto sea considerada una nueva isla por ello no sujeta aún a asignación oficial, ya que ha comenzado a ser evidente que el caudal del Amazonas se esta desviando al Perú, y las proyecciones estiman que, para 2030 Leticia se quedara sin acceso al rio Amazonas, generando, a consecuencia de la sedimentación, la total inutilización operativa del puerto. Colombia tiene otros puertos fluviales, que conectan de forma indirecta al río Amazonas [p.ej Puerto Leguízamo], pero el más importante de todos es Leticia [en términos de tránsito de personas y mercancías], tanto por la conexión fluvial directa con el río Amazonas como por su localización geográfica –Perú [Santa Rosa], Brasil [Tabatinga] y Colombia [Leticia]–, es decir, por su ubicación estratégica en la triple frontera.
Sin embargo, y si en el hipotético caso, Colombia quisiera reclamar soberanía sobre Santa Rosa, para evitar el destino cada vez más incierto de Leticia, tendría que enfrentarse ante el más básico de los principios del derecho internacional público, que es el principio de autodeterminación de los pueblos, que por sobre cualquier hermenéutica, es decir, interpretación de los términos del tratado [que se pueda barajar para efectos de sostener si Santa Rosa es una nueva isla o no], frente a ello, y es algo que los propios analistas colombianos han aceptado [como la postura del excanciller Julio Londoño], es que Perú tiene una mejor posición en términos diplomáticos, porque a diferencia de Colombia, Perú en Santa Rosa esta presente desde hace 55 años, desde que su primer colono peruano Aladino Cevallos se asentó en 1970, y al día de hoy hay 23 instituciones públicas del Estado peruano operativas en la isla, y aún pasadas las fiestas patrias peruanas, todavía pueden verse banderas peruanas colgadas en la mayor parte, por no decir en todas, las viviendas santarosinas.
Desde aquí mandamos un caluroso saludo a los santarosinos, dado que no tiene que dejarse de lado que hay una deuda social del Estado peruano para con ellos, porque falta infraestructura social básica en la isla, pero a pesar de esto, ello no ha menguado la identidad de la isla [del pueblo que la habita] como parte del Perú, como clara muestra de que a pesar de los problemas, la identidad nacional también se expresa como la esperanza en un futuro mejor y no necesariamente la homologación con una realidad óptima del país que influya en la mayor o menor identificación con el terruño y con un sistema simbólico, ya que como dijera el patriota puertorriqueño Pedro Albizu Campos, la nación la representan quienes la afirman, no quienes la niegan, y con sus muestras diarias de afecto por el Perú, los santarosinos reafirman, directamente, y ejercen tanto tácita y expresamente, su autodeterminación popular, no solo a permanecer en la isla, sino a ser y continuar siendo, peruanos.
Fuente: LIRA, Israel. «Columna de Opinión No. 266 del 11.08.2025». Diario La Verdad. Lima, Perú.
Vitam impedere vero
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S.L.L
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