Ante aquellos que quieren hacer del profesor Mario un acérrimo anti-socialista, un liberal libertario o de forma descarada un transhumanista, ya que es común que muchos quieran llevar agua para su molino de forma post mortem –anulado el temor a la humillación que generaría una posible réplica del maestro y en clara actitud rastrera y cobarde–, cabe recordarles que, en efecto, Bunge fue crítico del socialismo marxista, en el cual reconoció un primer intento que, si bien a priori configuró la conjunción entre una ideología con la ciencia, a posteriori cayó en un dogmatismo acrítico que, de acuerdo a Bunge, devino en el decaimiento de dicha propuesta:
«Marx y Engels intentaron elaborar una ideología científica, a la que llamaron socialismo científico. Pero solo llegaron a mitad de camino porque conservaron la dialéctica y gran parte del globalismo (holismo) que heredaron de Hegel, y porque se aislaron de la ´ciencia burguesa´ de su tiempo. Para peor, casi todos sus discípulos contribuyeron a momificar ese embrión de ideología científica. Al obrar de esta manera dogmática frustraron el intento de fusionar una ideología con la ciencia» (Bunge, 1985: 132-133). De igual forma, desde su realismo científico, fue un amplio crítico del materialismo dialéctico o Diamat, en tanto que respecto de la ley de la unidad y lucha de contrarios, sostenía que: «Mi crítico me regaña por ignorar que los experimentos “testimonian que las propiedades corpusculares y ondulatorias son propias, simultáneamente, de los microobjetos”, lo cual ejemplificaría la "ley" de la lucha y la unidad de los contrarios. Los físicos, que conocen estas cosas de primera mano y no por artículos de divulgación, saben que esto no es verdad. Los experimentos que exhiben propiedades cuasicorpusculares (p. ej. el efecto Compton) no son los mismos que exhiben propiedades cuasiondulatorias (p. ej. la difracción de electrones). Más aún, no pueden efectuarse al mismo tiempo; o sea, que los experimentos no testimonian la tesis dialéctica de que los micro-objetos son y no son corpusculares, son y no son ondulatorios. Adviértase que he escrito cuasicorpuscular y cuasiondulatorio porque los electrones, átomos y demás objetos cuánticos (o cuantones, como prefiero llamarlos) no son corpúsculos ni campos, sino objetos sui géneris. Tan es así, que son representados por teorías cuánticas, no clásicas. Me remito a W.Heisenberg, The Physical Principies of the Quantum Theory (University of Chicago Press, 1930) y a mi propio libro Foundations of Physics (Springer-Verlag, 1967), con la advertencia de que éstos no son manuales de divulgación» (Bunge, 1983: 95). Sin perjuicio de lo expuesto, Bunge era consciente que el socialismo no se reduce al marxismo, siendo por ello que fue partidario de un socialismo democrático cooperativista al cual se llegaría a través de una etapa de transición desde el socioliberalismo. Al respecto: «Yo creo que hay motivos prácticos y morales para preferir el socialismo auténtico al capitalismo, y que la construcción del socialismo no requiere la restricción de la democracia sino, muy el contrario, su ampliación, del terreno político a todos los demás. Esto es lo que llamo democracia integral: biológica, económica, cultural y política. Semejante sociedad sería inclusiva: no habría exclusiones por sexo ni por raza, ni explotación económica, ni cultura exclusivista, ni opresión política… En suma, el socialismo tiene porvenir si se propone ir socializando gradualmente todos los sectores de la sociedad. Su finalidad sería ampliar el Estado liberal y asistencial para construir un socialismo democrático y cooperativista» (Bunge, 2009). Denuncia Bunge, en la misma línea que, el socialismo real fracasó porque confundió socialización con estatización: «El capitalismo ha tenido sus méritos históricos, pero es moralmente insostenible. Por ejemplo, la productividad de todos los sectores industriales se ha duplicado en los últimos 50 años, pero los salarios se han mantenido constantes. O sea, que se han beneficiado unos pocos. Los ricos se han hecho más ricos y los pobres se han quedado igual o peor. Por este lado los marxistas tienen razón, pero la alternativa que proponen no es viable porque confunden socialización con estatización y lo ideal no es que el Estado sea patrón, sino que los trabajadores sean los patrones, que los que trabajan posean y administren sus empresas, un poco lo que ocurre con la pyme familiar» (Bunge, 2014). Por otro lado, cabe hacer varias precisiones a su propuesta cientificista, muy mal comprendida por muchos que lo han interpretado como un proyecto de religión secular a la manera comtiana, nada más alejado de la realidad y que denota una seria ignorancia del trabajo y la obra de Bunge, que no pretendió hacer de la ciencia la última medida de todas las cosas o non plus ultra, sino en remarcar su importancia para el análisis de la realidad fenoménica: «Para elaborar conocimiento fáctico no se conoce mejor camino que el de la ciencia. El método de la ciencia no es, por cierto, seguro; pero es intrínsecamente progresivo, porque es autocorrectivo: exige la continua comprobación de los puntos de partida, y requiere que todo resultado sea considerado como fuente de nuevas preguntas» (Bunge, 2009: 43). Bunge adopta un enfoque crítico respecto del cientificismo en su forma vulgar, como enciclopedismo científico (una visión que entiende a la ciencia como simple cúmulo de descubrimientos, en detrimento de un enfoque integral del conocimiento) y en su forma extrema, como reduccionismo naturalista, como la «tentativa de resolver toda suerte de problemas con ayuda de las técnicas creadas por las ciencias naturales, desdeñando las cualidades específicas, irreductibles, de cada nivel de la realidad» (Bunge, 2009:43). Al mismo tiempo que aboga por un proyecto de filosofía científica y en ello de una nueva categoría, la de científismo, entendiendo a esta última como «la adopción del enfoque científico para el estudio tanto de la naturaleza como de la sociedad» (Bunge, 2017). Es decir, la propuesta bungiana va por entender correctamente al cientificismo como cientifismo, de acuerdo a su enfoque y en remarcar la importancia de la filosofía para la ciencia y los científicos: «…del especialista que niega resueltamente que su ciencia tenga relación con la filosofía; de quien se desinteresa totalmente de la estructura lógica, de la evolución histórica o de la función social de su propia especialidad, de éste no puede decirse que sea un hombre culto aun cuando lea novelas o visite exposiciones de pintura. Será tan inculto por desechar todo el saber acerca de lo que a él le interesa saber, que ignorará qué es su propia ciencia» (Bunge, 2009:69). En torno al liberalismo, la globalización y las pseudociencias y modas intelectuales como el transhumanismo fue un muy duro crítico, mostrando su amplio rechazo. En torno al primero en una entrevista del 30.03.2009, diría que «el liberalismo le ha permitido a las empresas hacer lo que quieran, incluso suicidarse». Respecto al segundo tiene un artículo intitulado «Globalización Asesina» que recomendamos su lectura ya que el título habla por sí solo, y finalmente en torno al tercero, en una comunicación electrónica que sostuvimos con el profesor el 13.06.2019, sentenciaría de forma contundente lo siguiente:
«El transhumanismo es un cuento, y tal vez una religión solapada».
Como colofón, es verdad que Bunge también fue un duro crítico del existencialismo (Nietzsche, Heidegger), el psicoanálisis (Freud) y el posmodernismo (Foucault, Deleuze). Críticas que al día de hoy tienen posiciones encontradas y que son parte del debate académico, a lo cual diremos: ¿Quién podría coincidir con alguien en todo? Ello es consustancial a la dinámica del conocimiento. En lo que a nosotros respecta, consideramos que su enfoque sobre el posmodernismo, con las aristas salvables del caso, es certero, mientras que en torno al psicoanálisis y al existencialismo habrán ciertos matices, en torno al primero, la crítica bungiana no está lejos de varios aciertos al respecto, los cuales sopesamos y atribuimos al enfoque freudiano, quedándonos con lo rescatable del enfoque jungiano en el que reconocemos un potencial interesante. Sin embargo, Freud tampoco es alguien que debamos dejar pasar como si de una mosca se tratase. Bunge ha ayudado a humanizar lo que antes se tenía por endiosado; en torno al segundo –el existencialismo–, y en una comunicación electrónica del 24.10.2017, indagamos con el profesor la posibilidad de objetivar términos heideggerianos en un sistema teorético dándoles un respaldo empírico en categorías contrastables fenoménicamente, en tanto dicha comunicación se acompañó con el primer ensayo sobre teoría crisolista y con una gráfica decatuplar del crisolismo como propuesta de ideología socio-política científica, a lo cual obtuvimos una respuesta que ya ha sido publicada, en el sentido que, siempre que se adopte el punto de vista científico, la propuesta será viable. Referencias bibliográficas BUNGE, Mario Augusto. (1985). «Pseudociencia e ideología». Alianza Editorial. BUNGE, Mario Augusto. (1983). «Materialismo y Dialéctica». En: Revista de Materialismo Filosófico, El Basilisco. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2473470.pdf BUNGE, Mario Augusto. (2009). «El auténtico socialismo renacerá sobre las cenizas del capitalismo». En:http://www.sinpermiso.info/textos/el-autntico-socialismo-renacer-sobre-las-cenizas-del-capitalismo BUNGE, Mario Augusto. (2014).«Memorias: entre dos mundos». Editorial Gedisa. BUNGE, Mario. (2009). «La Ciencia. Su Método y su Filosofía». 2a ed. Buenos Aires. Editorial De Bolsillo. Bibliografía BUNGE, Mario Augusto. (2009). «Entrevista para la Agencia Peruana de Noticias». En: https://andina.pe/agencia/noticia-bunge-liberalismo-le-ha-permitido-a-las-empresas-hacer-que-quieran-incluso-suicidarse-entrevista-225531.aspx BUNGE, Mario Augusto. (2009). «Entrevista para la Inter Press Service». En: http://www.ipsnoticias.net/2009/06/mario-bunge-hay-alternativas-a-la-globalizacion-asesina/ BUNGE, Mario Augusto. (2020).«Entrevista para INFOBAE». En: https://www.infobae.com/sociedad/2020/02/25/la-ultima-entrevista-a-mario-bunge-cuando-cumplio-100-anos-argentina-debe-dejarse-de-lamentos-empezar-de-nuevo-y-desde-abajo/ BUNGE, Mario Augusto. (2020). «Recopilación de Artículos sobre Ciencia, Filosofía, Pseudociencias, Iglesia y Religión y Socialismo». En: http://www.sinpermiso.info/sites/default/files/bunge_100.pdf BUNGE, Mario Augusto. (2014). «Conferencia: cientificismo». En: https://canal.uned.es/mmobj/index/id/19670 Fuente: LIRA, Israel. «Columna de Opinión No. 141 del 28.02.2020». Diario La Verdad. Lima, Perú. Nota Bunge reafirma el hecho que hablar de una ideología sociopolítica científica en si, es hacer referencia a un oxímiron, ya que estamos ante un sistema de creencias al fin y al cabo. Un infortunado término, contradictorio en esencia y similar a como si hablásemos de ciencia religiosa o centralismo democrático, sin embargo, necesario y que bajo una conceptualización científica del mismo término de ideología, puede prosperar en una mayor cientifización del mismo. Por dichas razones, se puede graficar –de acuerdo a Bunge en su obra «Pseudociencia e ideología»– a la ideología sociopolítica científica bajo la siguiente endecatupla:
ISC = ˂C, S, D, G, F, E, P, A, V, O, M˃
Donde, C = Partido laico y sus simpatizantes actuantes en la sociedad S D = La sociedad y sus sistemas y supersistemas G = La cosmovisión de la ciencia y, en particular, la concepción general de la sociedad inherente a las ciencias sociales del momento F = Toda la panoplia de las herramientas lógicas y matemáticas utilizables para construir teorías y planes E = La totalidad de las ciencias sociales: antropología, sociología, economía, politología e historia P = Problemas concernientes a la lucha por el poder y la administración de los sistemas político, económico y cultural A = Una colección de planes de acción social (p.ej., programas sociales) compatibles con G y E V = Un sistema de valores concerniente a la buena sociedad, así como a la conducta social correcta, compatible con F y con E. O = Un conjunto de metas a corto, medio y largo plazo compatibles con E M = Un conjunto de medios considerados (a la luz de E) adecuados para alcanzar los objetivos O En ese sentido, el Crisolismo (Cr.) en tanto que se proyecta como una ideología sociopolítica científica (ISC) debería poder graficarse a través de la siguiente endecatupla:
Cr.= ISC = ˂C, S, D, G, F, E, P, A, V, O, M˃
Donde, C = Partido filosófico y sus simpatizantes actuantes en la sociedad S. (Se ha preferido la palabra filosófico, en lugar de laico, dado que laico también hace referencia a aquellos religiosos que no son miembros del clero) S = La sociedad peruana. G = Filosofía y ciencia contemporáneas. F = Lógica y matemática contemporáneas. E = Arqueología, Antropología, Sociología, Historia, Politología, Economía. P = Lucha por el poder (disyuntiva entre ser un movimiento social o un partido político) y Ejercicio del poder (administración del sistema político, económico y socio-cultural, propuestas sobre la refundación de la república –segunda república peruana– y la elaboración de un nuevo texto constitucional). A = Fundamentos del Crisolismo; Ensayos y artículos científicos. V = Religiones comparadas, Filosofía de la Religión y Filosofía Moral contemporánea O = Metas a corto, mediano y largo plazo. M = Acción y/o apoyo social directo. Elecciones. (Esta teoría política no se sustenta únicamente en la promesa debida –entendida como propuesta política «de hacer»–, sino en la «acción ejemplar mínima» como base para una posible participación electoral, o lo que es lo mismo, ensayar todas las propuestas en pequeños espacios y evaluar resultados en el tiempo mediato, la propaganda política no es así la promesa debida, sino la acción ejemplar mínima como característica de identificación entre el pensar y el actuar).
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