Antropológica y sociológicamente, un individuo hace referencia al hombre, a la persona humana, respectivamente. Filosóficamente, y para los griegos, en especial Sócrates y Platón, la característica de la indivisibilidad de la individualidad humana, no se hacía manifiesta por el solo hecho de nacer (aspecto biológico). Platón, en su obra La República, nos muestra que el individuo tiene una quintaesencia –en el plano mental y conductual– caracterizada por unos requisitos plenamente definidos, en ello, un individuo es un ser (i) centrado y (ii) auto reflexivo.
Centrado y auto reflexivo, porque es una persona que ha encontrado dentro de sí, algo que no está dejado al fragor de las pasiones –el deseo múltiple de varias cosas– y que garantiza con ello, la unidad de su ser.
Por otro lado, y en sentido lato, la definición de sociedad se utiliza indistintamente para hacer alusión a colectividades de animales (abejas, hormigas, primates, lobos, etc.) y de seres humanos. La distinción entre la sociedad de animales y la humana se ciñe básicamente por la presencia de cultura. Mientras que en sentido estricto y unívocamente, se entiende a la sociedad, como aquel «conjunto de personas que, de forma permanente y con una estructura determinada, se relacionan en un momento o espacio concreto y manifiestan unos comportamientos y características comunes».
Sociológicamente, la sociedad surge con la aparición del hombre, y evoluciona conforme a su desenvolvimiento. La evolución de las sociedades puede estar ligada a diversos factores. Antropólogos como Morton H. Fried y Elman Service, atribuyeron estos factores a niveles de desigualdad social y organización estatal, haciendo plena distinción entre la Sociedad de Cazadores Recolectores, la Sociedad Tribal, la Sociedad de Estructuras Estratificadas y la Civilización, esta última caracterizada por su mayor complejidad social, institucionalización del gobierno, y por su mayor grado de desarrollo cultural.
Filosóficamente, y haciendo énfasis en la visión platónica, cuando los individuos se juntan forman lo que conocemos como sociedad. Uno de los tantos ejemplos que nos da Platón sobre su concepción de sociedad, es como los individuos pasan de un estado de egoísmo individualista a un egoísmo colectivo, para luego alcanzar el Arquetipo.
Cabe ahora precisar la relación entre estas categorías para lo cual refrendaremos la visión de Georg Simmel, en donde lo individual, hace referencia a lo colectivo, y lo colectivo a lo individual:
«La sociedad no tiene existencia previa ni de exterioridad absoluta sobre la interacción de los individuos. La sociedad existe allí donde los individuos entran en acción reciproca» (1939:13).
El hombre encierra en su interioridad, la expresión de su individualidad, como de su consciencia colectiva. Así como necesita de la experiencia social, para reafirmar su individualidad, en tanto conocimiento de lo que efectivamente, no es individual, sino colectivo. Finalmente, cabe precisar que:
«...la observación histórica nos muestra que las identidades étnicas, culturales y raciales, comienzan a ser tales y se manifiestan a través de la toma de conciencia que genera la interacción con otros grupos étnicos y raciales. Como bien dice Alain de Benoist: ‘el grupo y los individuos que lo conforman, ambos necesitan ser confrontados por ‘ciertos otros’. En consecuencia, no tiene sentido creer que la identidad se encontraría mejor preservada sin esta confrontación; cuando es todo lo contrario: la confrontación hace posible la identidad. Otros sujetos hacen que un sujeto se convierta en sujeto. Así mismo, la interacción con otros tipos de seres humanos es una parte esencial de la existencia humana, en tanto que constituyen la esencia de la toma de conciencia, de ser quienes son mediante esta interacción» (Tudor, 2014:87).
Referencias bibliográficas
PLATON, «La República», Edición agosto 2003, Lima: Editorial San Marcos.
SIMMEL, Georg. (1939). «Sociología», Traducción del Alemán por J.Perez Bánces. Argentina: Espasa-Calpe S.A.
TUDOR, Lucian. (2014). «The Philosophy of Identity: Ethnicity, Culture, and Race in Identitarian Thought». The Occidental Quarterly, vol. 14, no. 3.
Bibliografía
MORTON H. Fried, 1967. «The evolution of political society an essay in political anthropology». Random House studies in anthropology, AS 7. New York: Random House.
SERVICE R. Elman, 1984. «Los orígenes del Estado y de la civilización. El proceso de evolución cultural». Madrid: Alianza Editorial.
LIVRAGA RISSI, Jorge Ángel. «El Sistema Piramidal». En: Magia, Religión y Ciencia para el Tercer Milenio – II, Primera Edición: Julio de 1996, Editorial Nueva Acrópolis.
Fuente: LIRA, Israel. «Columna de Opinión No. 115 del 25.10.2019». Diario La Verdad. Lima, Perú.
Comments