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Foto del escritorIsrael Lira

Entrevista a I.Lira para Il Pensiero Forte (Italia)

Actualizado: 19 may 2021



1) Preséntate a ti mismo y a tu organización: como se encuentra articulada, desde cuanto existe y cuál es su tamaño. ¿Qué relación hay entre el Centro de Estudios Crisolistas y Jóvenes por la Segunda República? Ante todo agradezco la oportunidad y procedo a presentarme. Soy Israel Lira, bachiller en Derecho y Ciencia Política por la Universidad de Lima, Director Adjunto del Centro de Estudios Crisolistas, así como socio activo y miembro del Consejo Directivo de la Sociedad Peruana de Filosofía. Investigador independiente, columnista y ensayista. Asesor técnico-legal en Contrataciones con el Estado, Arbitraje y Juntas de Resolución de Disputas. Como Director Adjunto del Centro de Estudios Crisolistas, también me desempeño como Jefe del Departamento de Estudios en Filosofía y Política, encargado de la realización de investigaciones en las áreas mencionadas bajo el enfoque crisolista de estudio. El enfoque crisolista de estudio es la metodología de investigación establecida por el Centro de Estudios Crisolistas (en adelante CEC) para orientar sus trabajos como veremos en unos instantes.

El CEC es un centro de investigación en ciencias sociales peruanas, creado el 06 de marzo del año 2017, con sede en la ciudad de Lima, para la difusión de los estudios crisolistas en el Perú, Iberoamérica y el mundo. En lo que respecta a nuestra organización interna tenemos cuatro cargos administrativos que conforman la plana directiva y cuatro cargos de investigación que están entrelazados, es decir, cada Director a su vez, es Jefe de un Departamento de Investigación. Por lo expuesto, tenemos lo siguiente: 1. Director General y Jefe del Departamento de Estudios en Arqueología e Historia, Pedro Vargas Nalvarte, Licenciado en Arqueología por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y Magister en Lingüística por la misma casa de estudios, investigador del Laboratorio de Paleontología de Vertebrados del Museo de Historia Natural y de la Asociación Peruana de Arte Rupestre (APAR). 2. Director Adjunto y Jefe del Departamento de Estudios en Filosofía y Política, Israel Lira. 3. Director Legal y Jefe del Departamento de Estudios en Gestión Pública y Planeamiento, Miguel Beraún, Licenciado en Derecho por la Universidad San Martín de Porres. Magister en Derecho Empresarial por la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, investigador independiente. Asesor Técnico-Legal en Derecho Laboral, Administrativo y Registros Públicos. 4. Directora de Prensa y Relaciones Públicas y Jefa del Departamento de Estudios en Comunicación y Desarrollo Social, Giannini Neria, Bachiller en Comunicación por la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo de Lambayeque, con especialización en Administración Pública por la Universidad Nacional de Trujillo. Diplomado en Antropología Visual por la Universidad de Piura y especialista en comunicación para el desarrollo de poblaciones vulnerables. Miembro del Consejo Directivo de la Asociación de Intérpretes en Lengua de Señas de Lambayeque, de Mujeres Políticas Jóvenes y de Mujeres Latinoamericanas en Lucha del Agua y la Vida. Estos departamentos, tienen áreas de investigación específica de acuerdo a cada rubro, conformando todos en unidad, los estudios crisolistas. Los estudios crisolistas proyectan enarbolarse como un género similar al de los estudios sociales, en tanto configuran un campo amplio y multidisciplinario, pero con la particularidad propia de su desarrollo teorético, en tanto que comprenden los análisis particulares como comparativos de religiones, filosofías y ciencias en aras de alcanzar un conocimiento sistémico e integral del ser humano y sus múltiples manifestaciones fenoménicas, ya sean estas políticas, económicas, sociales, culturales, ético-morales, científicas, filosóficas y religiosas. Siendo por ello que no solo comprende a las ciencias fáctico-sociales y las humanidades, sino también a las ciencias formales y las ciencias fáctico-naturales. Por lo mencionado, la naturaleza de los estudios crisolistas como marco metodológico en la investigación científica es claramente holística y ecléctica, buscando así tener el mayor campo de contraste empírico disponible para un entendimiento completo de la realidad existencial humana desde todas las aristas posibles, buscando enfrentar con ello los escollos en la investigación científica contemporánea, en clara alusión a los dogmatismos, los reduccionismos, los anacronismos y las modas intelectuales, que traen como consecuencia la aproximación a nuestros diversos problemas desde una conciencia falsa y que muchas veces justifican la continuación de un sistema de pensamiento hegemónico. De acuerdo a lo expuesto, y en el Perú, los estudios crisolistas tienen como objetivo general un mejor entendimiento de la realidad peruana en toda su complejidad, identificando los obstáculos que impiden una visión objetiva de la nación y por ende de su capacidad de perfeccionarse en el tiempo como comunidad humana, aunando a ello como objetivos específicos, el incremento gradual de la cultura y el conocimiento de la sociedad peruana sobre su propio espacio existencial, coadyuvando así a la construcción de una nueva visión de nación peruana que pueda instruir a la opinión pública e influenciar en políticas de Estado. Es de la labor de investigación del centro, particularmente la del Departamento de Estudios en Filosofía y Política, que se desarrolló la teoría política del Crisolismo (como proyecto de Cuarta Teoría Política Peruana), nombre sobre el cual gira toda la narrativa del centro. Neologismo que hace alusión al Perú mismo como un espacio en donde confluyen diversas etnias, razas, cosmovisiones, etc. Todas aportando desde un sentido intercultural a la idea de la peruanidad (cultura, espiritualidad, tradiciones, costumbres, etc.) entendiendo a esta última, en aplicación de la ontología de Heidegger, como el dasein peruano. Dicho esto, mientras el CEC es el centro de investigación que reúne a profesionales y académicos, es decir, una escuela de pensamiento nacional o un Think TankNacionalista que produce el contenido teórico, el Colectivo de Jóvenes por la Segunda República (en adelante JSR), es la plataforma que pone en práctica la teoría, es decir que, sirve como espacio de praxis, de actividades conjuntas en donde las investigaciones tienen la necesaria retroalimentación para la construcción de un proyecto político de inspiración crisolista, y en donde se ensayan a un nivel mínimo iniciativas políticas y programas sociales que se esperan en un futuro, puedan implementarse a una mayor escala, o lo que es lo mismo, a un nivel de Estado y Gobierno, si es que el Colectivo logra tonarse en Partido y detentar el poder político en nuestro país. Sin perjuicio de ello, las iniciativas políticas y los programas sociales aun así cumplen un fin de acción social directa, bajo la premisa que las elecciones solo son un breve lapso de la vida política, y que el quehacer político debe acompañar a la comunidad social durante toda su existencia, entendiendo a la política auténtica como el ejercicio del poder para la ejecución de un fin trascendental, que es la seguridad y el bienestar del pueblo. Y esto último se puede lograr sin ocupar un cargo público necesariamente, como ampliamente, y de forma análoga –y con las claras diferencias del caso respecto del escenario latinoamericano–, han demostrado los colectivos identitários europeos con sus labores de asistencia social. No hay mejor propaganda política que la acción sincera y directa, por sobre las promesas vacías.

Actualmente la Coordinación Nacional de JSR está a cargo de la Directora de Prensa del CEC, Giannini Neria, precisando que este colectivo comenzó actividades el 28 de julio de 2017, teniendo presencia en cuatro departamentos del Perú (Lima, Piura, Lambayeque y Trujillo) al igual que el CEC. 2) ¿Cuales son vuestras principales raíces e inspiraciones ideales, y vuestro paradigma político? Dado que el enfoque crisolista de estudio tiene una visión holística, nuestras fuentes de inspiración son variadas, en aras de sustentar una dinámica de síntesis integral que nos permita la construcción de modelos teóricos que estén acordes a nuestra propia realidad nacional. Siendo por ello que nuestra lista es larga, pero –a nivel nacional– comienza primero con pensadores peruanistas que van desde el Inca Garcilaso de la Vega (1539-1616) con quien nace la peruanidad como principio, pasandopor Víctor Andrés Belaunde (1883-1966)con susobras «Peruanidad» y «La Sintesis Viviente», publicadas en 1942 y 1950 respectivamente, y en donde se expresa que «La peruanidad supera al hispanismo puro y al indigenismo puro...El Perú es una sintesis viviente; sintesis biológica..económica...política...espiritual. Los peruanistas somos hispanistas e indigenistas al mismo tiempo»; a lo que se auna José Antonio del Busto Duthurburu (1932-2006) con su obra «Tres Ensayos Peruanistas» que nos dice: «La cultura occidental es nuestro genero próximo y la cultura andina nuestra diferencia específica. La cultura occidental nos hace iguales a todos los países de occidente, pero la cultura andina nos hace únicos entre todos los países del mundo»; continuamos con Alberto Wagner de Reyna (1915-2006) que en su obra «Filosofía en Iberoamerica» sentencia: «Dicho de otro modo: lo indigena es la materia; lo ibero-católico la forma de nuestro occidentalismo criollo» y terminando con Fernando Fuenzalida Vollmar (1936-2011)con su obra «La Agonía del Estado Nación: poder, raza y etnia en el Perú contemporáneo» que nos dice:«Es peruano no el que pertenece a una cultura o raza determinada, ni siquiera los que habitan el territorio del Perú, porque entre ellos hay quienes reniegan de su nacionalidad y tienen la mente en Miami. Son peruanos quienes quieren serlo y quienes reconocen esta como su nacionalidad. Eso es lo que unifica a un ciudadano de clase media limeña, un campesino de Huancavelica, uno de Puno o un machiguenga de la selva peruana». Estos como principales entre muchos tantos otros peruanistas como Mariátegui, Víctor Raúl Haya de la Torre, Manuel González Prada, y Flora Tristan. Al pensamiento peruanista, aunamos los trabajos provenientes de la patria grande, por citar algunos ejemplos particulares, teniendo muy presente a los estudios de los argentinos activos y militantes Marcelo Gullo y Alberto Buela. La teoría de la insubordinaciónfundante y la teoría del disenso, respectivamente, a lo que se aúna el teórico de la izquierda nacional, también argentino, ya fallecido, Jorge Abelardo Ramos. Todos ellos forman parte de nuestro acervo teórico. Mientras que en el ámbito del pensamiento universal, rescatamos a Spinoza y la relación que establece entre Filosofía y Política; a Hegel y su conceptualización de la identidad que forma lo nacional; a Heidegger y su analítica ontológica del dasein (a lo que se aúnan algunos pensadores existencialistas como Kierkegaard y Ortega y Gasset); a Alejandro De M.a Jose y la simbiosis gnoseológica entre conocimiento y personalidad; por otro lado tenemos un enfoque critíco y de valoración objetiva respecto de varios pensadores del pensamiento socialista tanto utópico (Enrique Saint-Simon, Carlos Fourier) como científico (Marx, Lenin, Stalin, Mao, Den Xiaoping, Kim Jong Il). Del socialismo cristiano anterior a Marx (Tomas Moore, Tomás Campanella, Robert de Lamennais) y el catolicismo social (Leon XIII, Pio XI, Wilhelm Emmanuel Frieherr Von Ketteler), así como algunos pensadores del corporativismo filosófico y el futurismo (Giovanni Gentile, Filippo Tommaso Marinetti, Gabriele D’Annunzio, Nicola Bombacci), el distributismo (Hilaire Belloc, G.K. Chesterton y Arthur Penty) y del nacionalsindicalismo (Jose Antonio Primo de Rivera, Onesimo Redondo, Ramiro Ledesma Ramos) y de la llamada Revolución Conservadora (Werner Sombart, Ernst Junger, Oswald Spengler y Carl Schmitt). Desembocando por último en algunos pensadores contemporáneos como los ya fallecidos Guillaume Faye, Dominique Venner y Costanzo Preve, así como los activos y militantes Alexander Dugin, Alain de Benoist y Diego Fusaro. Pero sobretodo queda muy en claro que nuestro propio enfoque hermenéutico (que es crítico con las teorías políticas de la modernidad, en ello con el liberalismo, el conservadurismo, el comunismo y el fascismo) nos acerca al proyecto de Cuarta Teoría Política del filósofo, politólogo y geopolítico ruso Alexandr Dugin, sin por ello constituir similitud plena, sino, inspiración creativa que se plasmó bajo la figura del ya citado crisolismo como exclusivo fenómeno teórico-político peruano y como aporte al acervo teórico Latinoamericano.


El crisolismo así, con todos los antecedentes del pensamiento nacional y universal se constituye en un proyecto de Cuarta Teoría Política Peruana que se sustenta en los siguientes cinco principios fundamentales:

En lo político 1.-Un nacionalismo integral y con conciencia en las grandes masas populares y base de un auténtico internacionalismo. 2.-Una democracia iliberal del merito y la participación política plena que traspasa las fronteras de los partidos e integra a los sindicatos de trabajadores, colegios profesionales, universidades. Etapa de transición que nos conducirá a la laocracia (el poder del pueblo por oposición a la democracia liberal, el gobierno de los lobbies), el Estado como instrumento del pueblo. En lo socio-cultural 3.-Una identidad nacional sana como reconocimiento de aspectos trascendentales de los pueblos que no solo reconoce la identidad particular de las etnias y el sincretismo cultural (Unidad en la Peruanidad), sino también la identidad general de los pueblos en un todo llamado Iberoamérica (Unidad en la Iberoamericanidad), sustento de la idea de Patria Grande. En lo económico 4.-Una economía nacionalista que fluya del particular contexto socio-cultural de nuestro Runa Llaqta (pueblo en quechua) y que dirija la economía de mercado a un fin trascendental, experiencia similar a las economías mixtas de las grandes potencias emergentes, p.e Rusia, China, Vietnam, Singapur. 5.-Una racionalidad económica integral, que pone a conversar a Marx (socialismo clásico) y Jose Antonio Primo de Rivera (nacionalsindicalismo), para una síntesis humana (un socialismo patriótico y/o un nacionalismo revolucionario), que sostenga una visión que tiene muy en claro que la razón de todo trabajo es la adquisición de propiedad, y que tanto propiedad privada como propiedad colectiva pueden coexistir pacíficamente, reafirmando el hecho que la propiedad capitalista es la real generadora de la discordia social. Por todo lo expuesto, el crisolismo como teoría política, reconoce lo fútil que resultan las posturas anti-comunistas como anti-fascistas al día de hoy, por considerarlas caducas al nuevo contexto geopolítico. Una realidad en donde ser anticomunista y antifascista en un escenario donde ya no hay pugna de estos sistemas por la hegemonía global, es invisibilizar al sistema hegemónico: el liberalismo en todas sus formas. Siendo por estas razones que se encuentra también en contra de la tricotomía de la globalización, en ello: 1.el individualismo como propuesta ético-moral; 2.el capitalismo liberal como sistema socio-económico; y 3. la democracia liberal como forma de gobierno. 3) Como veis la situación política en Perú, y cuáles son los principales desafíos que tenéis que enfrentar? En el Perú nos encontramos en una etapa de cambios, después de la Disolución del Congreso el 30 de setiembre de 2019 y la elección de uno nuevo el 26 de enero del presente año, entramos a un periodo de relativa estabilidad política. Si bien en el Perú no tuvimos un episodio de estallido social como lo hubo en Chile y en Ecuador, esto se debió principalmente a una protesta permanente, de la mano de tres válvulas de escape en la linea de lo expuesto por Omar Coronel para la BBC (03.12.2019), a lo que agregaremos nuestros comentarios como sigue: 1.La informalidad laboral, que constituye cerca del 72%y que funciona a manera de descompresor de demandas, ya que esto expande la oferta laboral pero sin derechos laborales, generando una baja recaudación tributaria para costear el gasto público, siendo por ello que los servicios públicos son de mala calidad, pero tampoco se reclama al Estado por ello, debido a la misma informalidad existente que rehúye del pago de impuestos. 2.La lucha contra la corrupción, que derivó en la convocatoria a un referéndum para cambios a nivel de reforma política, debido a escándalos de corrupción vinculados al caso Odebrecht y a la actuación del Fujimorismo en el Congreso, que terminó en la disolución constitucional de este último. 3.Un gobierno negociador, que a diferencia de otros en la región, ha cedido a muchas demandas de la población a la primera señal de protesta, ya que el actual Presidente Martín Vizcarra, sin partido, ni mayoría en el Congreso, depende enteramente de la opinión pública. Luego de estos eventos vino la declaratoria de emergencia nacional y con ello comenzaron a tomarse medidas ejecutivas para contener la expansión del Covid-19. Lo interesante es que los cambios que este último contexto está generando, no son producto de una lógica estratégica del Estado, sino de la reacción al control de los efectos de la pandemia y de cómo esta situación de praxis ha sacado a relucir los múltiples problemas que existen a nivel de servicios públicos, particularmente, sanidad pública y seguridad social. Por otro lado, esto también nos ha hecho ver la existencia de una deficiente fiscalización en todos los niveles y sobretodo de una brecha aun profunda entre ricos y pobres, razón por la cual el gobierno está evaluando un impuesto a la riqueza, que si bien se pretende que sea temporal, es algo que en un periodo de normalidad hubiese sido impensable plantearse, y que se está dando bajo el contexto de crisis. Los peruanos somos plenamente conscientes que hay un problema neurálgico que amerita una solución final, en el sentido que si bien nuestra economía ha crecido de forma sostenida por casi dos décadas, los efectos de dicho crecimiento han sido desiguales. Es decir, la lucha contra la desigualdad es nuestra principal preocupación. En el Perú la gente no vale lo mismo, sentenció nuestra actual Ministra de Economía María Antonieta Alva en esa línea, ello como consecuencia que nuestro modelo de economía social de mercado (ESM), ha sido todo menos social, ya que desde que se instauró como modelo económico en nuestra Constitución de 1993 durante la dictadura liberal de Alberto Fujimori, solo ha dado peso a la libertad económica, dejando de lado completamente a la justicia social, que es un principio fundamental del modelo teórico original de ESM (que inferimos seguro fue convenientemente suprimido por el Fujimorismo al momento de dictar la Constitución), sin el cual no se puede hablar de economía social. Esto con las iniciativas del actual gobierno ha variado un poco, en el sentido que se está recuperando ese enfoque social, sin embargo aún estamos muy lejos de ello, siendo ese el desafío principal que tenemos todos los peruanos, de exigir el establecimiento de una real economía social que termine de forma definitiva con las desigualdades, siendo esta una de las exigencias principales del Colectivo de Jóvenes por la Segunda República. Por ahora el reto del presente gobierno es la reactivación progresiva de nuestra economía post-pandemia, así como la mitigación de los efectos de la recesión global que yace próxima. 4) ¿Cómo veis la situación de América Latina y cuales son vuestras perspectivas de integración continental? El crisolismo como alternativa es también una propuesta de finiquito de un proyecto identitario, inacabado, iniciado y planteado con la disolución del Virreinato del Perú y la instauración de repúblicas independientes, pero nunca concluido en toda su esencia. El crisolismo considera que la base de la integración de los pueblos latinoamericanos, ha de comenzar primero por una cabal compresión de la esencia identitaria local, lo que devendrá en una integración interna, nacional, base mínima sin la cual una integración mayor no puede manifestarse a nivel de toda América Latina. Esta comprensión identitaria, va por afirmar que en el caso del Perú, como de Latinoamérica en general, nuestra identidad es consecuencia de un sincretismo, compuesto por las tradiciones hispánicas/ europeas y las tradiciones andinas, amazónicas y africanas, con mayor proporción en unas u otras dependiendo de cada contexto. Es por ello que filósofos como Alberto Buela Lamas, hablan de una Indoiberoamérica como concepto más preciso que el de Iberoamérica, y este a su vez que el de Latinoamérica. Cabe aquí mencionar la enorme diferencia con el escenario europeo. Mientras la multiculturalidad se presenta en Europa como una amenaza a su identidad originaria, en América Latina se constituye como su realidad existencial, por el proceso de mestizaje (tanto biológico como cultural) que viene desde los tiempos de la colonización española. Bajo la correcta compresión de dicho escenario identitario, se puede trabajar en una identidad mayor, ya que muchas naciones son presas de una alienación que devino en el ya conocido debate y dicotomía Hispanismo-Indigenismo. Las naciones de Latinoamérica deben tender a una visión sincrética. En el caso del Perú, se opta por el Peruanismo que es precisamente la síntesis entre dichas visiones aparentemente contrarias, y cuyo conflicto palpable se vio en una lucha encarnizada entre el campo y la ciudad en el periodo 1980-2000, en referencia al terror provocado por el grupo terrorista Sendero Luminoso. Caso pacífico, comparado con el anterior, pero similar en esencia, es el referéndum autonómico boliviano de 2008, que buscó la independencia de una de las regiones de Bolivia respecto del país, similar al modelo autonómico español. Haciendo referencia a la autonomía de la región de Santa Cruz, que es uno de los Departamentos de Bolivia con mayor presencia de cultura hispánica. No importa si hablamos de una colombianeidad cuando sabemos que ella se identifica casi en su totalidad con una visión hispanista, o de una bolivianeidad cuando sabemos que la visión indigenista es la mayoritaria, lo importante es reconocer el sincretismo y estas categorías semánticas coadyuvan a su visibilización, que es la base para concebir la identidad mayor de toda Latinoamérica. En la misma línea de argumentación, habiendo comprendido la identidad menor de cada nación de Latinoamérica, base de la identidad mayor, se podrá lograr una real integración de los pueblos de nuestra américa, que a la fecha, y producto de una visión comercial, solo es de carácter económico y/o administrativo. CAN, MERCOSUR, UNASUR, etc. Sin integración cultural, identitaria, no puede haber integración real. Esta integración real, podría plasmarse en un futuro, en una necesaria Confederación de Naciones Latinoamericanas (CONFENAL) y/o Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUD) y el surgimiento de un solo bloque geopolítico, para la real y auténtica defensa de los intereses, aspiraciones y soberanía de los pueblos de Latinoamérica frente a los embates de los imperialismos, harto conocidos, mencionando ejemplos concretos, como la enorme presencia de bases militares norteamericanas a lo largo y ancho del continente suramericano (como recuerdos vividos del Plan Cóndor, la Escuela de las Américas y la Doctrina de Seguridad Nacional durante la Guerra Fría), y la intermitente presencia de militares israelíes en la Patagonia Argentina y Chilena. Frente al Imperialismo de las talasocracias o poderes marítimos, cuyo único objetivo es la apertura de rutas comerciales y de control económico, las naciones de Latinoamérica, deben contraponer la idea de Imperio o Imperialidad, de sus sociedades ancestrales, que es la difusión de cultura, espiritualidad y civilización. Atte. Israel René Lira Para Il Pensiero Forte (Italia). Lima, 27 de mayo de 2020 Fuente: http://www.ilpensieroforte.it/interviste/3523-intervista-a-israel-lira

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