top of page
Buscar
Foto del escritorIsrael Lira

Introducción a la Ontología Heideggeriana

Actualizado: 7 nov 2022



Heidegger en su obra Ser y Tiempo (1936), nos brinda una exposición excelsa sobre su ontología, en ella se trata sobre la necesidad de replantearnos la pregunta por la trascendencia del Ser (en sí), en tanto que en la historia del hombre se ha tendido a identificar el Ser con la entidad en sí misma, cuando en realidad una de las posibles quintaesencias del Ser, sea la que reside en el ser de la entidad, aquello que determina al ente en cuanto ente, entendiendo a este último como todo aquello que hablamos y mentamos, aquello respecto de lo que nos comportamos de esta o aquella manera, ente es también el hombre, y el modo en cómo es (Heidegger, 1936:17).


«En efecto, el “ser” no puede ser concebido como un ente; enti non additur aliqua natura: no se puede determinar el “ser” atribuyéndole una entidad. El ser no es derivable definitoriamente desde conceptos más altos, ni puede ser explicado mediante conceptos inferiores» (Heidegger, 1936:14).

El Ser, entendido como aquello que determina al ente en cuanto ente, muestra una temporalidad particular. Cuando algo es, se manifiesta en su ser-así, cuando algo es real, se manifiesta como Vorhandenheit o estar-ahí, es decir en la consistencia, en la validez, en el existir, en el “hay” (Heidegger, 1936:17). De aquí proviene uno de los términos más complejos de la ontología heideggeriana, en tanto que el Ser entendido como estar-ahí, en el plano de la existencia, se manifiesta como Dasein.


¿Qué es el Dasein? Hay varias interpretaciones al respecto, sin perjuicio de ellas, nosotros consideramos –al igual que Rivera (1953)– que el Dasein es el ser del hombre, lo que determina al hombre en cuanto hombre, en tanto que el sentido que Heidegger a lo largo de su obra le da al Dasein, no es referido a cualquier existencia, sino, a la existencia humana misma.


Pero hay épocas en la historia en donde hay un olvido progresivo de la autoconsciencia de la propia existencia, cuando ello se produce, el ser humano –cuyo respaldo ontológico es el Dasein, y por ende Ser-Ahí, en tanto consciente de su devenir un dasein auténtico (eigene)– comienza a olvidar (valga la redundancia) la trascendencia de su propia existencia, transformando por ello en un dasein inauténtico (uneigene) o das man, siendo que en la nada hay homogeneidad y uniformidad totalizante, en cambio en el Ser hay originalidad y potencia diferenciadora, en tanto cuando algo es consciente de su existenz, manifiesta su existir de múltiples formas, pero cuando se produce un olvido del Ser, no se puede plasmar nada más que no sea la manifestación inequívoca de la nada, base del nihilismo.


Sin embargo, este periodo de olvido del Ser es cíclico, y augura el retorno triunfal del Ser a través de un Ereignis o acontecimiento. La naturaleza del dasein auténtico es múltiple y puede variar de acuerdo al contexto y al tiempo, pudiendo ser una Divinidad, una Idea trascendental o el Hombre mismo–como descubrirse en sí–, es decir, lo que hay de inmutable en un momento dado y que le otorga sentido a la existencia humana o guía su actuar. Siendo que –para muchos posheideggerianos como p.ej. Alexander Dugin (2013)– y como nota al pie, el actual Dasein inauténtico o Das man que genera el olvido del ser es la idea de la globalización como epifenómeno de la posmodernidad, la aldea global igual en todas partes que a su vez augura el pos-individuo, desarraigado, desvinculado, no sujeto a ninguna nación, ni a ninguna idea en particular, ni a ninguna espiritualidad, sin valores, sin virtudes, y hasta sin género, un recipiente vacío, cuya identidad no sea otra que la del consumo y del mercado en detrimento de hombres y mujeres auténticos con plena consciencia de su existir:


«—Si tú eres un hombre, Winston, es que eres el último. Tu especie se ha extinguido; nosotros somos los herederos. ¿Te das cuenta de que estás solo, absolutamente solo? Te encuentras fuera de la historia, no existes» (Orwell, 2013:155).

Vista la exposición general de las principales categorías de la ontología heideggeriana y de la analítica ontológica del Dasein en ella expuesta. Conceptos como Seyn (Ser), Ente, Dasein, Existenz (Existencia), Das Man (Dasein inauténtico), Ereignis (Acontecimiento), etc, bajo el marco de la obra de Heidegger. Ahora profundizaremos sobre la necesidad de la pregunta por el Ser, el concepto de Ser en sí, y su relación con las categorías de Entidad y Dasein.


Heidegger comienza su exposición resaltando que la pregunta por el sentido del ser es el propósito principal de su obra (p.21), pero que existen ciertos obstáculos o lo que llama prejuicios, que imposibilitan o ralentizan la profundización sobre el sentido del ser, identificando tres en particular:


1. El Ser como Universal: El hecho de que el Ser sea una categoría universal (tal cual como hablamos de Sustancia, Esencia, Uno-Dios, etc) abordado de la forma más laxa y amplia no significa por ello que sea la más simple, sino, compleja;


2. El Ser como categoría indefinible: Seguido a lo anterior, ese carácter universal, refrendaría su indefinebilidad, pero por ello tampoco se sigue que por su misma indefinición, se nos lleve a dejar de lado la pregunta por el Ser, sino todo lo contrario;


3. El Ser como axioma: El Ser sería una realidad tan inherente a nivel teorético como praxiológico, que se explicaría por y para sí misma. Sin embargo, ello reafirma el hecho que respecto del Ser no sabemos nada en realidad.


Lo puesto en cuestión en la pregunta que tenemos que elaborar es el Ser, como aquello que determina al ente en cuanto ente… (…). El Ser del ente no es, el mismo, un ente (p.27). Si el Ser equivale a ser del ente, habría primero que preguntar al ente cuál es su ser. Pero para ello habría que partir no de un ente cualquiera, sino de un ente en particular, y este ente sobre el cual Heidegger centra toda su ontología, y el cual tiene primacía (óntica, ontológica y quiditativa) por sobre todos los demás entes (objetos, cosas, hechos, comportamientos, siempre en referencia al hombre ya que es este último el que aprehende la realidad circundante), es el Hombre mismo. Al respecto:


«A este ente que somos en cada caso nosotros mismos, y que, entre otras cosas, tiene esa posibilidad de ser que es el preguntar, lo designamos con el termino Dasein» (p.28). Es decir, al ente que se le va a preguntar por su Ser es al Hombre.

Lo expuesto nos reafirma cual es la relevancia de la preguntar por el ser, cual es el significado real del Ser en sí, y su relación con la entidad y el dasein, y es que la Ciencia en general, es una de las manifestaciones del Dasein (existencia humana), y la investigación científica el estudio de las regiones del ser del ente (la historia, el espacio, la vida, el lenguaje o el mismo Dasein), del todo del ente (p.30). Por lo que la pregunta por el Ser se nos muestra, así como trasversal al conocimiento científico.


Ser es siempre el ser de un ente. Pero ¿Cómo es esto posible? ¿Cómo se puede definir un concepto haciendo autorreferencia al mismo y sobre el cual se está buscando precisamente su delimitación? Es como si se preguntará ¿Qué es el hombre? Y en vez de expresar, el hombre es una estructura biológica, se declare que, el hombre es el hombre y su circunstancia a la manera de Ortega y Gasset ¿Una tautología irracional y esquizoide como asevera Bunge? Consideramos que no, y Heidegger lo aclara, en tanto fundamenta que la pregunta por el ser no es una especie de círculo en la prueba, sino una referencia retrospectiva o anticipativa, ya que, para preguntarnos por el ser, primero tenemos que ver como este se ha manifestado ya en el espacio y en el tiempo, hasta reducirlo a su categoría mínima para así plantear una definición. Heidegger va más allá de la mera abstracción semántica, y busca el contenido trascendental a través de un trabajo a la inversa, no parte del concepto en sí, sino de como este se ha venido manifestando para inferir su essentia, ello a través de un sein Gefragtes, un ein Befragtes, y un das Erfragte, es decir, algo puesto en cuestión, un interrogado y un preguntado como meta final del preguntar al ente sobre su ser.


Referencias bibliográficas


HEIDEGGER, Martin. (1936). «Sein und Zeit». Max Niemeyer Verlag Tubingen.


HEIDEGGER, Martin. (1953). «Ser y Tiempo». Traducción, prologo y notas por Jorge Eduardo Rivera.


HEIDEGGER, Martin. (2014). «Ser y Tiempo». Traducción, prologo y notas por Jorge Eduardo Rivera. Editorial Trotta.


ORWELL, George. (2013). «1984». DeBolsillo.


DUGIN, Alexander. (2013). «La Cuarta Teoría Política». Ediciones Nueva República.


Fuente: LIRA, Israel. «Columna de Opinión del 18.05.2018 y del 28.05.2018». Diario La Verdad.

126 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

コメント


bottom of page