«No puede haber ciencia sin filosofía», comenzaremos con esta sentencia y retornaremos a ella en nuestras conclusiones, ampliándola al tópico presente, siendo que para esto, requeriremos primero establecer nuestro marco teorético: ¿que entendemos por filosofía y por ciencia? Ejercicio análogo que efectuaremos con las categorías de filosofía política, ciencia política y teoría política, finalizando con un breve comentario sobre debates actuales.
Por filosofía refrendaremos la conceptualización hegeliana que la entiende como el autoconocimiento de la razón, mientras que por ciencia, nos aunamos a la definición bungiana, como conocimiento racional, sistemático, exacto, verificable y por consiguiente falible. La diferencia y relación entre filosofía y ciencia es clara, mientras la primera responde preguntas de causa final (¿lo químico constituye un nivel de realidad distinto que lo físico?), la segunda responde a preguntas de causa mediata (¿todos los metales se dilatan con el calor?).
Mientras la ciencia puede seguir criterios de economía en la investigación, es decir, elegir que hipótesis va a comprobar o no, que preguntas se responden o no, ya que es el ejercicio de la razón a causas mediatas muy específicas. La filosofía no tiene esa restricción, porque no se centra en si la pregunta es útil o no, ya que la filosofía misma es ese preguntarse sobre cualquier cosa relativa al hombre y al universo, sobre la totalidad, es el ejercicio de la razón sin límites. Por ello vemos que temas y problemáticas pasan de la filosofía a la ciencia y de la ciencia a la filosofía todo el tiempo; en palabras de Bertrand Russell, mientras que la ciencia es lo que sabemos, la filosofía es el conjunto de especulaciones en torno a lo que no sabemos, donde el conocimiento científico aun no es posible. Así, el conocimiento filosófico al ser conceptual y genérico, es la primera forma del conocimiento complejo que crea el marco idóneo para el conocimiento científico, que es más específico y fáctico.
Visto esto, la relación entre filosofía política y ciencia política se nos muestra en toda su expresión no como disyunta sino como complementariedad imperativa, y así mientras la filosofía política es el autoconocimiento de la racionalidad política en sus causas últimas (y como tal responde a preguntas de causa última p.e ¿afecta realmente a nuestras vidas el tipo de gobierno que tengamos?), la ciencia política es el conocimiento racional y sistemático del fenómeno político en sus causas mediatas (y como tal responde a preguntas de causa mediata p.e ¿el sistema de partidos peruano se encuentra débilmente institucionalizado?).
Queda por ver el concepto de teoría política, categoría problemática, ya que se formula como el terreno en donde teoría y praxis, donde filosofía y ciencia, se complementan, o lo que en palabras de Sartori (2008:10) sería una teoría vinculante en la cual las ideas son verificadas por los hechos y viceversa, los hechos son incorporados en ideas, pues una ciencia de la política pobre de teoría y enemiga de la teoría es simplemente una ciencia pobre. Sin embargo, «la separación entre teoría política y filosofía política nunca se ha llevado a cabo en forma estricta, ni siquiera en departamentos empíricamente orientados» (Von Beyme, 1994, Gamboa, 2016), llevando a que teoría política se emplee como sinónimo de filosofía política, más aun si la filosofía al día de hoy, ya dejo de verse como ese profundizar sobre cosas pasadas, sino como una ontología de la actualidad, del presente, del acontecimiento, de lo que ocurre, a la manera foucaultiana. Al respecto el filósofo Gustavo Bueno precisa: «La teoría política es teoría filosófica dada la multiplicidad de categorías que ella tiene que atravesar (categorías sociológicas, económicas, antropológicas, etológicas,...)», por lo que si hay una distinción entre filosofía política y teoría política, esta es de carácter teleológico, en donde la primera se ocupa del deber ser y la segunda de como viabilizar de forma factual, ese deber ser. De acuerdo a todo lo visto podemos sentenciar que: «No puede haber ciencia política sin filosofía política, y que la teoría política es teoría filosófica aplicada a la realidad concreta».
Finalmente, al día de hoy, tenemos que la ciencia política occidental de raigambre principalmente norteamericano, está siendo cuestionada en Iberoamérica, precisamente por su carácter hiperfactualista, una ciencia política tornada «en una ideología de la desideologización sometida a la tiranía del dato como máxima expresión del conocimiento político», así surge el proyecto de la Ciencia Política de la Liberación, en el sentido brindado por el politólogo peruano Francisco Miro Quesada Rada (2016), ante una ciencia política occidental que reduce su accionar a lo empírico, dejando de lado lo valorativo, lo que se ha plasmado en una política al margen de la ética, con nefastos resultados. En síntesis, lo que se pretende: «no es un retorno absoluto a la filosofía política para que reemplace a la ciencia política, pero si desarrollar nuestra propuesta en el límite de la filosofía política y la ciencia política, en donde lo científico y lo axiológico se combinen, pretendemos filosofar a la ciencia política, sin que pierda la calidad de tal» (Miro Quesada Rada, 2016: 13).
Referencias bibliográficas
GAMBOA ZAMITIZ, Héctor. (2016). «La Filosofía Política, componente fundamental de la Ciencia Política; significados, relaciones y retos en el siglo XXI». En: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-16162016000200011
VON BEYME, Klaus. (1994). «Teoría Política del Siglo XX: de la modernidad a la posmodernidad». Alianza Editorial.
SARTORI, Giovanni. (2008). «Elementos de Teoría Política». Alianza Editorial.
MIRÓ QUESADA RADA, Francisco. (2016).«Hacía una Ciencia Política de la Liberación». En: http://revistas.urp.edu.pe/index.php/Tradicion/article/view/1431
Bibliografía
BUNGE, Mario. (2009). «La Ciencia. Su Método y su Filosofía». 2a ed. Buenos Aires. Editorial De Bolsillo.
BUNGE, Mario. (1982). «Filosofía de la Física». Editorial Ariel.
BUNGE, Mario. (1977).«Epistemología: curso de actualización». Siglo XXI Editores.
DE ALEJANDRO S.I, José Ma. (1974). «Gnoseología». Biblioteca de Autores Cristianos.
BERTRAND RUSSELL.(2009). «Historia de la Filosofía». Grandes Obras de la Cultura. RBA Editores.
BERTRAND RUSSELL. (1959). «Bertrand Russell habla de Filosofía». Entrevista por Woodrow Wyatt. En: https://www.youtube.com/watch?v=EnMr-fOESGs
BUENO, Gustavo. (1995). «Principios de una teoría filosófico política materialista». En:http://www.filosofia.org/mon/cub/dt001.htm
Fuente: LIRA, Israel. «Columna de Opinión No. 120 del 11.11.2019». Diario La Verdad.
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