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Foto del escritorIsrael Lira

Neolatifundismo y algo más…

Actualizado: 5 abr 2021



«Reconocer nuestra pertenencia ideológica a una tradición revolucionaria de la que forma parte la corriente socialista ¿Hace de nuestra Revolución una revolución marxista? De ninguna manera. Para nosotros, las contribuciones teóricas no constituyen ni dogmas ni anatemas. Las ponderamos con madurez, con independencia, sin prejuicios…. Por eso, refiriéndome a nuestra Revolución en julio de 1969 declaré en un centro universitario que quienes gobernamos el Perú no somos marxistas, pero estamos haciendo una Revolución. Y eso es lo que importa…» — Juan Velasco Alvarado

Fragmento del Mensaje a la Nación del 03 de Octubre de 1973 en virtud de la conmemoración de la Revolución Peruana. Revolución que hasta nuestros días tiene posturas encontradas, pero que sin dudas sentó las bases del Perú moderno, en ello, el fin del gamonalismo como remanente de un Perú feudal. Aunaríamos a ello el latifundismo, pero este amenaza con retornar bajo la forma de neolatifundismo, en una creciente gran propiedad agraria que se está concentrando cada vez más en pocas manos y en grupos de poder económico específicos, por citar un ejemplo concreto, a la fecha el grupo GLORIA concentra alrededor de 90 mil hectáreas, eso no ha existido en toda la historia del Perú. Casagrande, que era el ejemplo de latifundio, tenía 30 mil hectáreas antes de la Reforma Agraria, comenta Fernando Eguren, investigador del Centro Peruano de Estudios Sociales. Pero: ¿Qué de malo hay que en el sector privado compre legalmente áreas para la inversión? Eguren comenta: «la nueva acumulación de tierras en pocas manos no desplaza a nadie porque se da sobre áreas que eran desérticas, sin cultivos. Además, la sociedad peruana se ha ido despolitizando y buena parte del “ideario neoliberal” se ha convertido en sentido común. Además, si vas al norte y ves los latifundios recuerdas que eran desiertos, y ahora los ves verdes, son vergeles, es impactante, entonces piensas que es el modelo a seguir y que no hay que tocarlo». Así el problema no es la inversión privada per se, sino que el problema reside en que, a la fecha, no hay un límite legal para la posesión de tierras de acuerdo al artículo 3 de la Ley No. 26505 (Ley de Tierras del Fujimorato) que menciona lo siguiente: «Las garantías previstas en los Artículos 70º y 88º de la Constitución Política significa que por ningún motivo se podrá imponer limitaciones o restricciones a la propiedad de las tierras distintas a las establecidas en el texto de la presente Ley». Este crecimiento exponencial en la concentración de tierras de no contraponerse a una legislación equitativa que tenga como idea prioritaria el bien común, a nuestro parecer, puede traer como consecuencia lo siguiente: a) Amenazas a la seguridad alimentaria, por el decrecimiento de tierras disponibles para la agricultura familiar (pequeña y mediana). b) Precarización de los trabajadores agrícolas, ya que la aún vigente Ley de Promoción del Sector Agrario (que el disuelto congreso extendió su duración por 10 años más, ya que vencía en diciembre de 2021, ahora durará hasta el 2031), sin perjuicio de los cambios introducidos, sigue manteniendo condiciones consideradas leoninas para los trabajadores agrarios y que en muchos casos la normativa no se cumple por parte de los empleadores, al respecto, Paulina Velásquez, secretaria general del sindicato de Agrícola Chapi, menciona «si bien tenemos seguro y estamos en planilla, más de 200 mil trabajadores de los fundos no recibimos CTS, vacaciones ni gratificaciones. En Chapi ganamos 36 soles y 30 céntimos diario, y nuestras formas de trabajo son abusivas, las empresas hasta cuestionan y controlan si vamos al baño». c) Incremento del poder político y económico de las grandes empresas agroindustriales, y del control sobre otros recursos como el agua, en tanto que a la fecha, las obras de irrigación (Chavimochic, Olmos o Chinecas) han estado diseñadas para terminar en grandes unidades productivas, lo que genera el encarecimiento del acceso al agua para las unidades agropecuarias más pequeñas, ya que estas grandes obras de infraestructura terminan en un canal madre, siendo que los canales secundarios y los canales finales que llegan a las chacras, son infraestructuras que corren a cuenta del inversionista que adquiere la tierra. Como el lector ya podrá inferir, estas temáticas mencionadas, a lo que se aúnan, p.e, temas relativos a: crecimiento económico, desarrollo económico, régimen tributario y promoción del empleo; desarrollo sostenible, gestión ambiental y prevención de desastres naturales; educación, reducción de la pobreza y la desigualdad; transparencia y lucha contra la corrupción; seguridad ciudadana y orden interno, se configuran en las principales problemáticas específicas que toda política auténtica debe centrar en su resolución. De la mano, y en lo que desde un enfoque crisolista sería el marco general de todo cambio auténtico socio-político de las estructuras de nuestro sistema, en referencia a las 7 grandes modernizaciones del Estado Peruano: Educación, Salud, Justicia, Agricultura, Industria, Defensa, Ciencia y Tecnología. Lo mencionado es en síntesis, la propuesta crisolista, un enfoque tripartito que conjuga la filosofía política con la ciencia política y la teoría política. Visto esto, ahora vayamos a lo que tenemos en la política tradicional ad portas de las elecciones para el nuevo Congreso de la República. A diferencia abismal del enfoque crisolista, tenemos a los partidos tradicionales (izquierdas y derechas), que dentro de sus propuestas llegan a abarcar solo el 0.1% de lo que el crisolismo plantea para la refundación de la República. Viniendo de un contexto de disolución del congreso, hay una gran expectativa de la población por ideas nuevas, ya que la percepción genérica es que todo es más de lo mismo y lo que no previó Vizcarra es que una disolución del congreso no iba a evitar necesariamente que los mismos partidos de siempre sean los que postulen al Congreso nuevamente, lo cual ha sucedido. Sin perjuicio de ello, tenemos un incremento de candidatos jóvenes, algunos accidentados como Mijaíl Garrido-Lecca también conocido como Capitán conversación por el APRA, y rostros nuevos como el de Valeria Valer, hija del héroe del Ejército Juan Valer Sandoval, que para nuestra incomodidad, ya que le tenemos mucho aprecio dada una relación amical, está postulando por Fuerza Popular, sin embargo, ello no amerita reproche alguno porque como mencionábamos esos son los partidos que existen, esa es la política peruana al día de hoy, en donde si quieres participar en política, tienes que escoger entre el cáncer o el sida. Sin perjuicio de ello, hemos visto que las propuestas de muchos candidatos son reaccionarias al contexto, p.e. eliminar la inmunidad parlamentaria, lucha contra la corrupción, reforma constitucional, etc. Aunque importantes, no versan sobre los puntos neurálgicos ya mencionados, por lo que la renovación de la política peruana es aún una tarea pendiente. Esperemos que esta mayor participación de los jóvenes en la política pueda renovarla en el corto y mediano plazo. Por nuestra parte, el crisolismo es algo totalmente nuevo, que es crítico con todas las opciones políticas tradicionales peruanas, por ello a la fecha, tiene enemigos tanto en la izquierda como en la derecha dogmáticas, pero así como tiene enemigos, también tiene amigos, en una izquierda patriótica, y en una naciente derecha no-liberal. Hay mucho trabajo por hacer, pero como les consta a los lectores que nos vienen siguiendo desde fines del 2016, este es constante y cada día da mayores frutos, solo para mencionar algunos, en estos 3 años de investigación: el crisolismo se ha posicionado como sinónimo de creación original peruana ante la comunidad académica disidente internacional, en países como Brasil, Chile, Colombia, Argentina, España, Francia, Austria, Rusia e India. Las ruedas de la justicia social ya han comenzado a girar, y estamos seguros que el crisolismo se impondrá como la única opción política ante unos partidos desacreditados por sus propios actos. El crisolismo así entendido, es la reserva moral del Perú profundo, que solo espera el momento propicio para desplegar todas sus fuerzas en todos los rincones del Perú. Bibliografía TESTI, Pietro (2018).«El sueño frustrado de los campesinos de los Andes peruanos: del Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas a la proliferación de Sendero Luminoso (1969-1982)». En: http://tesi.cab.unipd.it/60973/ AGRARIA. (2018). «Gloria tiene alrededor de 90 mil hectáreas en costa de tierras bajo riego o por irrigar, eso no ha existido en toda la historia del Perú». En: https://agraria.pe/noticias/gloria-tiene-alrededor-de-90-mil-hectareas-en-costa-de-tierr-16297 CASTILLO CASTAÑEDA, Pedro. (2010). «Limites a la propiedad de la tierra : antecedentes legales». En: http://biblioteca.clacso.edu.ar/Peru/cepes/20170323044337/pdf_592.pdf GESTIÓN. (2019). «Ley de Promoción Agraria se extiende hasta el 2031». En: https://gestion.pe/economia/ley-de-promocion-agraria-se-extiende-hasta-el-2031-noticia/ INFORME. (2019). «La ley 27360: la vulneración de derechos que sostiene el boom agroexportador». En: http://www.noticiasser.pe/informe/la-ley-27360-la-vulneracion-de-derechos-que-sostiene-el-boom-agroexportador Fuente: LIRA, Israel. «Columna de Opinión No. 129 del 23.12.2019». Diario La Verdad. Lima, Perú.

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