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Foto del escritorIsrael Lira

Revolución viral: Žižek, Byung-Chul Han y Santiago Villa

Actualizado: 19 may 2021



Una serie de especulaciones han inundado el mundo académico, siendo estas a su vez replicadas en el intercambio comunicacional popular. De todos los pensadores que están en el ojo de los debates se resaltan las posturas de tres en particular. El incendio provocado por el filósofo esloveno Slavoj Žižek, para quemar la basura: «…la epidemia de coronavirus es una especie de ataque de la “Técnica del Golpe de los cinco puntos del Corazón Explosivo” al sistema capitalista global…el punto es reflexionar sobre un hecho triste de que necesitamos una catástrofe para que podamos repensar las características básicas de la sociedad en la que vivimos…¿Todo esto no indica claramente la necesidad urgente de una reorganización de la economía global que ya no estará a merced de los mecanismos del mercado? No estamos hablando aquí sobre el comunismo a la antigua usanza, por supuesto, sino sobre algún tipo de organización global que pueda controlar y regular la economía, así como limitar la soberanía de los estados nacionales cuando sea necesario. Los países pudieron hacerlo en el contexto de la guerra en el pasado, y todos nos estamos acercando efectivamente a un estado de guerra médica» (Russia Today, 27.02.2020a).


Los baldazos de agua fría del filósofo surcoreano Byung-Chul Han (residente en Alemania) para que solo arda lo que debe, salvando lo que se puede reciclar: «En comparación con Europa, ¿qué ventajas ofrece el sistema de Asia que resulten eficientes para combatir la pandemia? Estados asiáticos como Japón, Corea, China, Hong Kong, Taiwán o Singapur tienen una mentalidad autoritaria, que les viene de su tradición cultural (confucianismo)….. (…) Žižek afirma que el virus ha asestado al capitalismo un golpe mortal, y evoca un oscuro comunismo. Cree incluso que el virus podría hacer caer el régimen chino. Žižek se equivoca. Nada de eso sucederá. China podrá vender ahora su Estado policial digital como un modelo de éxito contra la pandemia. China exhibirá la superioridad de su sistema aún con más orgullo. Y tras la pandemia, el capitalismo continuará aún con más pujanza. Y los turistas seguirán pisoteando el planeta. El virus no puede reemplazar a la razón. Es posible que incluso nos llegue además a Occidente el Estado policial digital al estilo chino…El virus no vencerá al capitalismo. La revolución viral no llegará a producirse. Ningún virus es capaz de hacer la revolución. El virus nos aísla e individualiza. No genera ningún sentimiento colectivo fuerte. De algún modo, cada uno se preocupa solo de su propia supervivencia. La solidaridad consistente en guardar distancias mutuas no es una solidaridad que permita soñar con una sociedad distinta, más pacífica, más justa. No podemos dejar la revolución en manos del virus. Confiemos en que tras el virus venga una revolución humana» (El País, 22.03.2020).


Y la gasolina vertida por el pensador cubano Santiago Villa que hace que el incendio vuelva afectar a todo sin distinción: «…en sus tres mil palabras, Han aturde con un caleidoscopio de afirmaciones cojas y efectistas, para quejarse de la soberanía del Estado-nación, del big data, de la vigilancia digital, de Slavoj Žižek, de que los europeos no usen mascaritas, de que la gente le tenga miedo al coronavirus, y obviamente, de las redes sociales y del capitalismo…Decir que la cultura autoritaria china se debe al confucianismo resulta tan elástico, como decir que la cultura occidental democrática se debe a las reformas de Solón. Y extender ese juicio no solo a China, sino también a Japón, Singapur, Corea, Hong Kong, Taiwán o Singapur, es tan englobante y torpe como decir que el Medio Oriente es misógino porque es musulmán. Una cosa estará relacionada de manera más o menos difusa con la otra, pero la causalidad perezosa parece sacada de una edición ochentera de la revista Foreign Affairs.» (El Estornudo, 25.03.2020).


El denominador común de todos estos debates surgen de las siguientes interrogantes: ¿Qué pasará luego de la superación de la pandemia? ¿Qué cambiará en nuestras sociedades a nivel global? ¿El capitalismo liberal ha sido puesto en jaque? ¿Todo seguirá igual? Por nuestra parte diremos que estos tres enfoques de los autores mencionados, se complementan muy bien, y no hay una dicotomía insalvable entre Žižek y Byung-Chul Han como muchos han querido ver.


Los tres son artículos sumamente interesantes y desde enfoques distintos abordan las interrogantes que a todos los que profundizamos en estas temáticas, nos asaltan, sin perjuicio de ello, consideramos efectuar ciertas precisiones, ya que al parecer hay algunos matices equívocos que se han estado replicando producto de cuestiones posiblemente exógenas (una mala traducción) y que consideramos humildemente deben corregirse para evitar seguir dando un sentido que los autores no han querido dar a sus argumentos, con el objetivo que sus ideas lleguen diáfanas a nosotros y así poder entender de forma correcta su mensaje. Comenzaremos con las precisiones respecto de los artículos de Žižek y Byung-Chul Han.


Si efectuamos un cotejo con la nota original de Žižek publicada en inglés en Russia Today, y los comentarios que Byung-Chul Han hace al respecto, pareciese que Han, o lo más probable el traductor de ese artículo que es Alberto Ciria, ha dado un sentido distinto a los argumentos de Žižek, dado que inclusive en los comentarios de usuarios de El País donde salió publicada la nota de Han, alguien hizo alusión a una posible mala traducción que pareciese haberse dado. Tratamos de buscar el original del artículo de Byung-Chul Han, pero dado que seguro que este se encuentra en alemán, en tanto su idioma de trabajo es este, no tuvimos éxito.


Por ejemplo, Žižek hace mención a que son otros los que especulan que la pandemia podría llevar a un cambio de régimen en China, no él: «A menudo se escucha la especulación de que el coronavirus puede conducir a la caída del gobierno comunista en China, de la misma manera que (como el mismo Gorbachov admitió) la catástrofe de Chernobyl fue el evento que desencadenó el fin del comunismo soviético. Pero aquí hay una paradoja: el coronavirus también nos obligará a reinventar el comunismo basado en la confianza en las personas y en la ciencia…. ¿No es similar la idea de quienes especulan sobre cómo la epidemia de coronavirus podría conducir a la caída del gobierno comunista en China?


Al igual que una especie de “Técnica del Golpe de los cinco puntos del Corazón Explosivo” en el régimen comunista del país, las autoridades pueden sentarse, observar y pasar a través de la marcha de la cuarentena, pero cualquier cambio real en el orden social (como confiar en la gente) resultará en su caída». (Russia Today, 27.02.2020a).


Este último párrafo es claro en manifestar que la idea de estas especulaciones es similar pero no por ello análoga a la que posteriormente propone él bajo la aplicación de ese enfoque interpretativo sobre la técnica del corazón explosivo, y que a él lo lleva a otra conclusión distinta que ya le es propia a su argumento, y en ese sentido debe entenderse la nota original, que el paralelo a esa idea ejemplificada, es que Žižek ve en realidad algo más grande, que es el desprestigio gradual del sistema capitalista global y con ello la visibilización de la idea de un cambio radical, y que el contexto de una catástrofe es imperativo para ello. Él tampoco dice que después de la pandemia todo absolutamente va a cambiar y que el mundo va a dejar de ser capitalista ipso facto, sino que esto es la señal, la etapa previa, a una toma de conciencia manifestada en varias formas de colaboración mutua entre naciones y un mayor cuidado de las interacciones elementales entre personas y de estas con objetos como resultado mediato del contexto de crisis pandémica: «Mi modesta opinión es mucho más radical: la epidemia de coronavirus es una especie de ataque de la “Técnica del Golpe de los cinco puntos del Corazón Explosivo” contra el sistema capitalista global, una señal de que no podemos continuar el camino que hasta ahora hemos seguido, y que un cambio radical es necesario» (Russia Today, 27.02.2020a).


Inclusive el mismo Byung-Chul Han también es consciente de ello, de la necesidad de un cambio. Al respecto: «Somos NOSOTROS, PERSONAS dotadas de RAZÓN, quienes tenemos que repensar y restringir radicalmente el capitalismo destructivo, y también nuestra ilimitada y destructiva movilidad, para salvarnos a nosotros, para salvar el clima y nuestro bello planeta» (El País, 22.03.2020).


Con estas precisiones, nosotros diremos que ambos pensadores se complementan, al menos en lo siguiente: después de la pandemia no habrá un cambio, en el sentido brindado por Byung-Chul Han, todo volverá a la normalidad en el mundo, el sistema seguirá siendo el mismo a nivel socio-económico, pero este cambio sin dudas comenzará a plantearse a nivel de sociedad y opinión pública, y posiblemente influenciará al nivel gubernamental como concesiones necesarias, en la aplicación de lo que Žižek llama un comunismo reinventado, lo que nos recuerda a su artículo también publicado en Russia Today en el 2018 e intitulado: ¿Nuestro futuro será el Socialismo Capitalista Chino?


Pero, ¿que entiende Žižek por comunismo reinventado? ¿La República Popular China (RPC) sería un caso de comunismo reinventado bajo los estándares de Žižek? A pesar que Žižek no ha dudado en varias oportunidades en reafirmar su simpatía hipotética para con el régimen chino, llamándolo uno de los más grandes éxitos de la historia del comunismo (Žižek, 2019), esto no ha sido óbice para que reconozca sus limitaciones, por ello, la RPC tampoco es lo que Žižek llama comunismo reinventado, a lo que él se refiere con esto, es a una revalorización a nivel global de las ideas de colaboración y coordinación, tanto a nivel estatal como a nivel de lazos entre naciones: «Si miles de personas son hospitalizadas por problemas respiratorios, se necesitará un número enormemente mayor de máquinas respiratorias, y para obtenerlas, el Estado debe intervenir directamente de la misma manera que interviene en condiciones de guerra cuando se necesitan miles de armas. Y debería depender de la cooperación con otros estados. Como en una campaña militar, la información debe compartirse y los planes deben coordinarse por completo: ESTO es todo lo que quiero decir con el "comunismo" que se necesita hoy» (Žižek, 16.03.2020b)


Por otro lado, y como dice Santiago Villa, cualquier predicción es una apuesta, y mientras la apuesta de Žižek es pragmática y por ello más plausible de verse realizada, por otro lado la apuesta de Han es una exhortación kantiana. Villa dice a esto último, Han no es un asiático posmoderno sino un filósofo del romanticismo alemán. Lo cierto de todo esto es que varios mitoides liberales como la sociedad abierta y la globalización han sido derribados o por lo menos visto mermado su poder de convencimiento.


Finalmente, el enfoque de Santiago Villa, lo que hace es una serie de precisiones a todo el texto de Byung-Chul Han, que sinceramente son muy aleccionadoras, y que configurando un enfoque crítico, clarifican demasiados puntos del texto y ponen en tela de juicio otros tantos. Por ejemplo, Villa reconoce que el aspecto neurálgico de la narrativa de Han versa sobre la dicotomía autoritarismo/individualismo. Al respecto: «La carta angular del castillo de naipes de Han es la dicotomía Oriente/Occidente, Asia/Europa. Asia es autoritaria, mientras Europa es individualista; Asia se tapa el rostro, mientras Europa lo libera; Asia vive en el futuro de la ciencia ficción distópica, mientras Europa la observa con una mezcla de fascinación y estremecimiento…Para seguir a Han, basta con entender que Asia es aquellos lugares que tienen una tradición cultural confucionista» (El Estornudo, 25.03.2020). A esto Villa precisa que le resulta sumamente curioso que Han siendo un filósofo heredero del posmodernismo no pueda rastrear el origen del autoritarismo como valor asiático, que en realidad no está en Confucio sino en el Káiser Guillermo II: «De hecho, Thompson sostiene que la política autoritaria asiática contemporánea, más que ser herencia de Confucio, es herencia del país donde vive Han: Alemania. A finales del siglo XIX y principios del XX, el imperio del káiser Guillermo II impuso un fuerte estado burocrático como la estructura que aseguraría el rápido crecimiento económico. Para dibujar una secuencia burda en dos oraciones, este modelo fue adoptado a su manera por el Japón de la restauración Meiji, que precisamente quería alejarse de filosofías anticuadas como el confucionismo chino, y así acceder a la preciada modernidad. Singapur lo adoptó de Japón en el siglo XX, y el Partido Comunista de China copió el modelo de Singapur después de la muerte de Mao Zedong. Es decir, que los «valores orientales» de Han tienen algo de occidental, pero lo asociaron con el confucionismo para darle un sabor local, hacerlo un «valor asiático». Et voilà: deconstrucción de la dicotomía….Por lo pronto, parece que Alemania lo está haciendo bien. Gracias a su rigurosidad haciendo exámenes de coronavirus, cuarentena y medidas de hospitalización tempranas, tiene una de las tasas de mortandad más bajas del mundo. Más que Confucio, quien tiene la clave para derrotar al coronavirus parece ser el Káiser» (El Estornudo, 25.03.2020).


Referencias bibliográficas


ZIZEK, Slavoj. (2020a). «Coronavirus is ‘Kill Bill’-esque blow to capitalism and could lead to reinvention of communism». En: https://www.rt.com/op-ed/481831-coronavirus-kill-bill-capitalism-communism/



VILLA, Santiago. (2020). «El orientalista de Oriente: las fracturas en el texto viral de Byung-Chul Han». En: https://www.revistaelestornudo.com/virus-confucionismo-occidente-byung-chul-han/


ZIZEK, Slavoj. (2019). «Interview by Tyler Cowen: Slavoj Žižekon His Stubborn Attachment to Communism».En: https://medium.com/conversations-with-tyler/slavoj-%C5%BEi%C5%BEek-on-his-stubborn-attachment-to-communism-ep-84-bonus-8e568bd62423



Fuente: LIRA, Israel. «Columna de Opinión No. 147 del 27.03.2020». Diario La Verdad. Lima, Perú.

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