¿Cuál es la relación entre filosofía e ideología? La misma pregunta se puede extender a la relación entre ciencia e ideología o entre religión e ideología. ¿Es la ideología únicamente la manifestación de una conciencia falsa como sostenía Marx, y por ende algo que debemos superar y evitar? O en el sentido brindado por Žižek, en donde la ideología se nos muestra como una construcción cuyo último fin es el goce. Asimismo ¿cuál es la utilidad de las ideologías en todos los campos ya mencionados? Mediante la presente responderemos de forma puntual a estas interrogantes, sin antes, y como es de costumbre, definir nuestro marco teorético.
Al día de hoy, no es novedad que tanto la filosofía (autoconocimiento de la razón), la ciencia (conocimiento racional y sistemático sobre la realidad), y la religión (sistema cognitivo universal conformado por vivencias y tradiciones) son marcos idóneos para el desarrollo, generación y producción de multiplicidad de ideologías, siendo solo una faceta de la ideología la producción y legitimación de relaciones de poder (Garcia, Aguilar, 2008:2).
Las ideologías son plataformas para la expresión factual de un sistema más o menos coherente de imágenes, ideas, principios éticos, representaciones globales, etc (Chatelet, Mairet, 2008), es decir, un sistema de creencias, en particular de juicios de valor y declaraciones de objetivos (Bunge, 2013), que no necesariamente tienen que replicar exclusivamente una narrativa de legitimación de poder, sino también para cuestionar un poder establecido o simplemente como formas de expresión y de reafirmación de diversas dicciones culturales de pueblos y por ende de identidades sociales varias (clases sociales, grupos étnicos, comunidades religiosas, etc).
Por lo expuesto, la realidad social humana está definida por su relación intrínseca con las ideologías, en tanto son estas las que brindan el sustrato direccional de la acción humana en varios marcos de intersubjetividad. La diferencia entre las ramas del conocimiento humano (filosofía, ciencia, religión, etc) con la ideología, es que esta última es un subproducto de la dinámica del conocimiento (dinámica entendida como revoluciones internas p.e dentro de la filosofía –desde el idealismo al materialismo–, la ciencia –desde el nominalismo al positivismo lógico– y la religión –desde la patrística a la escolástica–), es decir, es un resultado de naturaleza gnoseológica, y que puede por ello no solo tener un sustrato y/o respaldo sino también un contenido filosófico, científico, religioso, ético-moral, etc. Es por ello que mientras el conocimiento filosófico y científico es dinámico, la ideología tiende a una variabilidad demorosa.
Así por ejemplo, en el plano de la filosofía (política), el idealismo subjetivo, creó el marco idóneo para la producción del liberalismo como ideología socio-política; el materialismo respecto del socialismo marxista, y el idealismo objetivo respecto del fascismo. Así como a su vez, estas ideologías influenciaron en la forma en como se hizo ciencia, así por un tiempo se habló de ciencia occidental, ciencia nazi y ciencia soviética. Estos ejemplos nos reafirman el hecho que la ideología: «contribuye a fijar el espacio que ocupa en una filosofía, el conocimiento, así como el modo de ocuparlo» (Sánchez, 1977:122).
El problema de lo ideológico en un sentido peyorativo como conciencia falsa y/o como conjunto de ideas que enmascara la voluntad de poder de un grupo, clase o sector (Buela, 2004:83), viene, consideramos cuando la ideología en su naturaleza de variabilidad demorosa, se transfigura en un sesgo acrítico-estático, siendo este el pecado que toda ideología debería evitar.
En la construcción de ideologías, sintetizando los enfoques de Francisco Miro Quesada Cantuarías (filósofo peruano), Francisco Miro Quesada Rada (politólogo peruano) y Mario Bunge (físico argentino), existen las ideologías epistémicas y las estimativas. Las primeras son aquellas que tienen como herramientas a la filosofía y a la ciencia para generar un mayor grado de predictibilidad de sus postulados, mientras las segundas son más de carácter ético-moral. Ambas deben pues, cuidarse del escollo que las torna en conciencias falsas, y no en conciencias verdaderas que direccionan la praxis social humana.
Referencias bibliográficas
GARCÍA, George, AGUILAR, Carlos. (2008). «Psicoanálisis y política: la teoría de la ideología de Slavoj Žižek». Universidad de Costa Rica. International Journal of Žižek Studies. En: http://zizekstudies.org/index.php/IJZS/article/view/124/124
CHATELET, Francois, MAIRET, Gerard. (2008). «Historia de las ideologías: de los faraones a Mao» Editorial Akal.
BUNGE, Mario. (2013). «Pseudociencia e ideología». Laetoli.
SÁNCHEZ VÁSQUEZ, Adolfo. (1977). «Filosofía e ideología». En: https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/praxis/article/download/10960/13797/
MIRÓ QUESADA CANTUARIAS, Francisco. (1969). «Humanismo y revolución». Casa de la Cultura del Perú.
MIRÓ QUESADA RADA, Francisco. (2012). «Manual de Ciencia Política». Ediciones Legales.
Fuente: LIRA, Israel. «Columna de Opinión No. 124 del 29.11.2019». Diario La Verdad. Lima, Perú.
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